Es un libro que nos invita a leer lenta y reflexivamente. Sus capítulos son muy elocuentes en mostrar las diferencias entre las diferentes lecturas que podemos abordar. Destaco que se empleen las diferencias con fines explicativos, pero critico que se desconozca la realidad de las mezclas que se presentan en todas las lecturas (lo reconoce el autor, pero no formalmente). Hay lecturas que nos hacen pensar y al mismo tiempo emocionar, sean literatura, sean filosofía, sean de autoayuda. Es una lectura que también nos previene sobre las condiciones que limitan la lectura o que nos puede entontecer como lectores. En general, para aquellos a quienes les gusta leer es una obra que encontrarán interesante, porque plasma las intuiciones que pudimos haber tenido explicándolas con todo detalle (ahí está la magia), destacando lo placentero que hay en la lectura y ofreciéndonos algunos consejos.