Leyenda de amor condenado, y una queja imperecedera por justicia. Dos historias que muestran la profundidad de los dilemas que surgen de la justicia y la venganza. Dilemas que nos invitan a reflexionar sobre emigrar, desarraigarnos, ser indiferentes y actuar. Una obra realmente profunda que hace de la justicia una queja imperecedera, y del condenado una leyenda de amor condenado. Se describen elocuentemente el desarraigo de los migrantes, los prejuicios que condenan porque obligamos a los juzgados a comportarse según el juicio, la terrible angustia que sufren las madres y una tragedia. También se nos presenta la descripción de cómo la indiferencia frente a los sufrimientos del pueblo tarde que temprano tocará a nuestra puerta, y algo que se pudo resolver colectivamente, por la indiferenicia, nos va a obligar a condenarnos individualmente, exigiendo todo de nosotros. Un par de obras profundas que disfrutarán.