n libro de enorme valor pedagógico, científico y social a pesar de su evidente tinte propagandístico del comunismo. Logrando apartarnos de los prejuicios se puede valorar la obra en su justa medida: un ensayo claro y efectivo que nos muestra el desarrollo de la revolución industrial. Ya lo había leído en el colegio, pero su relectura me permitió identificar varios aspectos nuevos: 1. Otros libros complementan muy bien el aspecto científico, como es “la ética protestante y el espíritu del capitalismo” de Weber pues considero que muchos cambios no son solo materiales, sino que el espíritu los facilita o interrumpe. 2. A pesar de su antigüedad siguen vigentes los ejemplos que podemos contrastar con nuestra realidad. Vemos que la adopción de los cambios como ferrocarriles y vapor no fueron fáciles, pero los pioneros lograron sacarlo adelante; y lo mismo debemos hacer con las fuentes de energía limpias. 3. Valorar y conocer la historia nos permitirá reflexionar sobre la importancia del comunismo, no solo en el mejoramiento que su lucha trajo para muchos trabajadores, sino como acicate para que el capitalismo no se durmiera en los laureles y con la carrera armamentista lograr varios hitos importantísimos en los viajes espaciales. Con todo lo anterior, creo que es importante darle otra oportunidad al libro y recrearnos con su mensaje que, sin importar nuestra filiación política, encontraremos enormemente valioso.