Cada vez que un año comienza generalmente y por tradición todxs piensan en propósitos o deseos por cumplir. Quizá es una idea que nos mantiene positivos y animados para seguir logrando cosas en este planeta tierra; después de vivir una pandemia y muchos acontecimientos mundiales que han shockeado a la humanidad actual, es también un tipo de esperanza individual que suele dar consuelo en nuestras vidas...o eso pareciera.
Con lo anterior uno de los deseos principales e invaluables es tener mucha salud pero, ¿Qué pasa con los propósitos? Es como si nunca cambiaran, todos queremos bajar de peso, tener amor, dinero, trabajo, cosas materiales varias, menos problemas en muchos ámbitos sociales y personales. ¿Quién sabe a quién le pedimos todos estos deseos o propósitos? Siendo muy realistas ¿Cuántos de nosotrxs trabajamos en lo que no estamos haciendo bien? O ¿Aceptamos honestamente nuestros errores o malas actitudes y decisiones con el propósito de mejorar todo lo que no queremos?
Talvez para este 2023 no está de más pararnos frente a un espejo para platicar con nosotrxs mismos y comenzar a darnos cuenta que uno de los cambios más importantes que debemos considerar es nuestra salud mental y con esto ayudarnos a socializar mejor con nuestros semejantes y con todo el entorno que conforma el día a día.
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