Se habla mucho sobre la manera de amar de antes, su interpretación es que el amor era muy tóxico en ese entonces pero, nosotras tenemos otros datos.
En pleno siglo XXI evitamos por decisión propia cometer errores con las relaciones amorosas, ahora desconfiamos muchísimo más de todxs, no hay tolerancia ante nada, el pensamiento mágico está en que nos acepten como somos sin tener que esforzarnos y que la persona que esté a nuestro lado debe soportar todo para que sea la ideal. Estamos olvidando que como seres humanos siempre existirán errores y gracias a ellos aprendemos; no hay excepciones, en el amor siempre suceden cosas que nos muestran vulnerables pero también estas mismas cosas nos fortalecen y nos hace ser mejores personas al momento de compartir la vida con alguien más.
La tecnología, específicamente las redes sociales son un factor importante que creemos ha afectado a las formas de relacionarnos y de amarnos. Gracias a esa inmediatez y filtro que otorgan, pocas personas se esfuerzan en expresar lo que realmente sienten o piensan cuando se encuentran de frente a la persona que aman además de que se protegen de sobremanera para no sentir dolor, les cuesta trabajo ser creativxs, son más infieles y tiran la toalla al instante que surgen problemas dentro de la relación.
Ser detallista, o intensx son rasgos de los que tienes que correr porque son red flags que no te convienen pero, sin caer en excesos (porque eso sí no está bien)en qué momento ser cursis, románticos, protectores o atentos es algo malo para una pareja; para poder caminar de la mano con otra persona hay que luchar y arriesgarse porque sólo así se construyen relaciones duraderas, con el objetivo de que sean sanas; así es esta vida, un día te encuentras volando alto y otro estás en el piso llorando pero siempre te puedes levantar y seguir caminando.
La reflexión que te dejamos es la siguiente: "más vale arrepentirte de lo que hiciste, que arrepentirte de lo que no hiciste".
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