Les tenemos una pregunta: ¿es distinta la manera de vivir la fe, cuando lo hacemos con una actitud triste a cuando la vivimos de manera alegre?
Podríamos decir que la fe no cambia, aunque cambien nuestros sentimientos…
El problema es poner a nuestros sentimientos a decidir sobre nuestros principios y creencias…
De hecho este es el motivo por el cual las personas podemos ser inconstantes en nuestros actos de piedad y nuestros propósitos de cambio en la vida…
Pidamos al Señor que nos enseñe, como enseñó a los santos, a que la fe iluminara sus sentimientos y su manera de pensar, buscando siempre agradar a Dios y no dejarse llevar de los problemas.
En este día, muchos santos nos dan su ejemplo de equilibrio y prudencia; pidamos su ayuda en este día.
Los santos recordados en esta fecha, 11 de junio, son:
San Bernabé, apóstol; san Máximo, obispo; san Remberto, obispo; beato Bardón, obispo; santa Alicia o Aleide, virgen; san Paris, presbítero religioso;
Beata Yolanda, viuda y abadesa; beato Esteban Bandelli, presbítero religioso; san Juan de Sahagún González de Castrillo, presbítero religioso;
Santa Rosa Francisca María de los Dolores Molas Vallvé, virgen; santa Paula Frassinetti, virgen; beata María Schininà, virgen; beato Ignacio Maloyan, obispo y mártir.
Entre los primeros cristianos, existieron discípulos que bajo la gracia del Espíritu Santo fueron grandes evangelizadores,
Y hoy conoceremos la vida de uno de ellos… Se trata del apóstol San Bernabé.
Oremos a Dios para que por la intercesión de este gran apóstol podamos ser muy dóciles al Espíritu Santo en las misiones que el Señor nos quiera confiar:
Dios nuestro, que, después de haber infundido
en abundancia la fe y el Espíritu Santo en San Bernabé,
lo destinaste para que anunciara a los pueblos paganos
el mensaje de salvación, haz que el Evangelio de Cristo,
que él predicó valerosamente, sea proclamado con
fidelidad por nuestras palabras y nuestras obras.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
El buen corazón de Bernabé se demostró en el gran deseo de integrar a la comunidad y a la misión a personas que despertaban recelo por sus actitudes del pasado: Pablo y Marcos.
¡Qué hermoso y valiente ejemplo que todos debemos imitar!... acogiendo con paz a personas que se han equivocado sin reprocharles sus errores y más bien, recuperando en ellos sus cualidades y su deseo de cambiar, para el bien de la comunidad.
A veces, como Bernabé, debemos ser intercesores con las personas, para que las familias o comunidades, acojan a quien que ha errado en su vida.
La confianza de Bernabé en Pablo y Marcos nos dejó como herencia dos grandes evangelizadores de la Iglesia.
Demos una nueva oportunidad al que se equivoca y dejemos que Dios nos muestre la bella riqueza que tienen esas almas.
San Bernabé,
Ruega por nosotros.