Un saludo fraterno para todos ustedes.
A veces nosotros estamos en nuestra vida normal y nos llegan situaciones inesperadas que nos dejan sorprendidos y sin saber cómo reaccionar.
El instinto nos invita a levantar los ojos al cielo…
Y es cierto, allí se encuentra la respuesta.
Hay alguien que ve todo más alto que nosotros… no se queda con poco.
El Señor que tiene todo a su vista, no ayuda a ver con su luz aquello que se escapa a nuestra mirada y que con su seguridad nos alivia la angustia que lo imprevisto nos suele causar.
Dios nos ayuda a dar sentido a nuestra vida y así fue como los santos se hicieron santos…
A cada momento, en sus crisis, en sus alegrías, en su trabajo, en su descanso, Dios les ayudaba a dar un sentido más alto y bendecido de sus vidas, hasta que llegaron a acostumbrar su corazón a permanecer en la confianza en Dios.
Oremos a los santos y especialmente a los que se recuerdan en este día 14 de junio, para que siempre nos ilumine Dios y vivamos confiados en El:
Los santos que nos recuerda el catálogo divino son:
San Eliseo, discípulo de Elías y profeta en Israel; San Proto de Aquileya, mártir;
San Fortunato de Nápoles, obispo; San Eterio, obispo; San Metodio de Constantinopla, obispo;
Santos mártires Anastasio, presbítero, Félix, monje, y Digna, virgen; Santos Rufino y Valerio de Soissons, mártires.
En este día, nos vamos para el Antiguo Testamento a conocer la vida de un gran profeta de Israel.
¿Adivinan quién es?
¡Es San Eliseo!
El nombre Eliseo significa
“Dios es mi salvación”.
Sabemos de su vida sólo a partir del momento que lo escoge Elías para ser su discípulo y sucesor.
A Eliseo se le venera también en el judaísmo y el islam.
Debido a su vínculo con el profeta Elías, la Orden Carmelita, le da un lugar especial como uno de los santos de la Orden, como un segundo padre espiritual.
Oremos al Señor para que seamos dóciles y humildes ante la acción del Espíritu Santo.
E) Omnipotente y sempiterno Dios, que te manifiestas admirablemente en la elección de los profetas; concédenos, te rogamos, que, así como el espíritu de Elías lo duplicaste en Eliseo, así también te dignes duplicar en nosotros la gracia del Espíritu Santo, para que podamos realizar obras virtuosas. Amén.
Eliseo es el discípulo que está dispuesto a dejarlo todo por Dios, que enseña a sus hermanos a valorar la gloria de Dios como lo más importante
…y a descubrir que de una profunda oración es que puede provenir un apostolado acertado y fructífero en medio de nuestra sociedad.
Muchos de sus milagros implicaron obediencia y confianza.
Eliseo nos invita a ser capaces de dejar todo orgullo y toda resistencia ante el respeto y la docilidad que Dios merece de nuestra parte.
Sin este vínculo de confianza y alegre abandono a la voluntad de Dios, la vida deja de ser un milagro constante y pasa a ser un agobio constante.
No cortemos las alas del Espíritu, con nuestra terquedad.
Si Eliseo pudo hacer tantas cosas heredando parte del espíritu de su maestro, ¿qué podremos hacer nosotros con el Espíritu Santo que nos ha enviado Dios Padre por Jesucristo?
San Eliseo,
Ruega por nosotros.