Listen

Description

Un gran saludo en este día, pidiendo a los santos, traigan a nuestra vida la bendición de Dios.

 

A todos nos cuesta un poquito aceptar que estamos llamados a ser santos.

 

Y es que nos acostumbramos a valorarnos por las cosas que hacemos y tenemos y no por nuestra esencia.

 

Es por eso que cuando pecamos, sentimos que ya nada puede haber en nosotros de santidad.

 

Pero esa no es nuestra esencia. Somos una sola familia con Dios y aquel que lo recuerda, suelta sus pecados para esmerarse en reflejar su esencia: ser un hijo de Dios.

 

A ello nos animan los santos, pidamos con especial devoción a aquellos que se recuerda hoy, 19 de junio, a actuar siempre según nuestra esencia y no tenerle pereza a la búsqueda de la santidad:

 

¡Claro! Algunos de ellos son:

 

San Romualdo, Abad; Santos Gervasio y Protasio, Mártires; San Deodato de Saint Dié, Obispo; San Lamberto de Zaragoza, Mártir; Beato Gerlando, religioso;

 

Santa Juliana Falconeri, Virgen; Beata Miguelina Metelli, viuda; Beatos Sebastián Newdigate, Humfredo Middlemore y Guillermo Exmew, presbíteros y mártires;

 

Santa Hildemarca, abadesa; Beato Tomás Woodhouse, presbítero y mártir; santos Remigio Isoré y Modesto Andlauer, presbíteros religiosos y mártires.

 

La santa que hoy nos trae el catálogo divino, tenía un tío santo que la motivó a consagrarse al Señor. Llegó a ser la fundadora de la rama femenina de la orden religiosa de su tío y a ser un gran modelo de santidad.

 

Hablamos de Santa Juliana Falconeri.

 

Oremos para pedir por el aumento de las vocaciones religiosas:

 

Dios nuestro, que por medio de santa Juliana Falconieri, modelo de castidad y penitencia, hiciste florecer en la Orden de los Siervos de María una familia de vírgenes a ti consagradas, haz que la Iglesia, esposa de Cristo, mantenga constantemente encendida la llama de la virginidad fecunda. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

Juliana es una santa que nos enseña que Dios nos ayuda a alcanzar nuestros anhelos más profundos, cuando estamos muy unidos a Él por medio de la vida de la gracia.

 

Esa gracia va iluminando nuestro corazón y de esta manera aquello que queremos es del agrado de Dios también.

 

Dios nunca nos hará daño… si no nos concede algo, es posible que no hemos pedido algo conveniente para nuestra vida.

 

Juliana nos invita a tener una gran confianza en el poder divino y a anhelar esta comunión con Él.

 

Para una fe firme, no hay obstáculos para avanzar en la vida espiritual.

 

Mucho menos para el corazón misericordioso de Dios que anhela que vivamos en santidad.

 

Luchemos por mantenernos en gracia de Dios.

 

Santa Juliana Falconieri,

 

Ruega por nosotros.