Las bendiciones del Señor nunca nos faltan.
Si tenemos la mirada puesta en descubrir lo que no tenemos, nunca apreciaremos lo que hemos recibido…
Por ello, la gratitud es un arma invencible para la salud del corazón y nos permite mantenernos conectados a Jesús por medio de una oración serena y alegre.
Es el ejemplo de María Santísima y de los santos, no dejar de bendecir a Dios en toda circunstancia.
Eso nos recuerda que Dios está por encima de cualquier situación emergente que tengamos y que su bondad no nos abandona.
Por ello, sigamos la ruta de los santos que nos invitan a vivr con un corazón agradecido.
Roguemos especialmente a los santos que se veneran en este día 20 de junio:
Algunos bienaventurados son:
Beato Tomás Whitbread y compañeros mártires; San Gobano de Irlanda, presbítero; San Juan de Matera, abad;
San Metodio de Olimpo, obispo y mártir; San Novato, anacoreta; San Silverio, papa; Beata Margarita Ball, madre de familia y mártir;
Beata Margarita Ebner, virgen; Beato Dermicio O’Hurley, obispo y mártir; Beato Francisco Pacheco y ocho compañeros mártires.
En nuestro catálogo divino, descubramos a un santo que Dios libró de las calumnias y que su vida devota lo hizo orientador de muchas almas y ejemplo de oración y perseverancia en el siglo XI.
El es San Juan de Matera
Por ello les invitamos a meditar con esta plegaria de otro gran santo, Claudio de la Colombiere, para confiarnos en Dios ante de las dificultades del mundo:
Dios mío, estoy tan persuadido de que velas sobre todos los que en Ti esperan y de que nada puede faltar a quien de Ti aguarda todas las cosas, que he resuelto vivir en adelante sin cuidado alguno, descargando sobre Ti todas mis inquietudes. Mas yo dormiré en paz y descansaré; porque Tú, ¡oh Señor!, y sólo Tú, has asegurado mi esperanza. Dormiré y descansaré en paz. Amén.
¿Cómo alcanzar esa tranquilidad de contar con el poder de Dios y dormir tranquilo?
La oración.
Es el medio por el cual como los sarmiento se unen a la vid y se llenan de savia nutritiva, al orar, nos revitalizamos y descubrimos lo esencial que necesitamos vivir y hacer en cada situación.
La oración también purifica la mente y el corazón de tantas impurezas que nos empujan al mal.
Ciertamente así se evitarían muchísimos conflictos y problemáticas surgidas por los egoísmos y las luchas por el poder que tanto afectan ahora el mundo.
Por ello, en el autocontrol y la oración es que podemos empezar a transformar el mundo conflictivo que nos rodea.
Ese fue siempre el mensaje de los santos: no lo dejemos a un lado.
San Juan de Matera,
Ruega por nosotros.