Listen

Description

Un bendecido día para todos nuestros oyentes del Catálogo Divino.

Las Hermanas Trovadoras les desean gracia y paz en el Señor.

Que estos minutos de compartir con los santos, les llene de entusiasmo y motivación por seguir adelante en su propio camino de santidad.

Para ello, busquemos en las páginas de nuestro Catálogo Divino, ¿qué santos son venerados hoy, 19 de julio?

Santa Áurea de Córdoba, virgen y mártir; San Bernoldo de Utrech, obispo; San Dío el Taumaturgo, archimandrita; San Epafras, evangelizador;

San Juan Bautista Zhou Wurui, mártir; San Juan Plessington, presbítero y mártir; Santa Macrina, virgen; San Símaco, papa;

Beato Pedro Crisci, laico penitente; Beata Stilla de Marienburg, virgen y los Beatos Aquiles Puchala y Hermann Estipen, presbíteros y mártires.

Hoy conoceremos a un sacerdote inglés que fue mártir que hizo parte de un grupo de católicos sacrificados en Gales e Inglaterra en medio de un conflicto entre los reyes de estas naciones y el Papa, entre 1535 y 1681.

El es San Juan Plessington.

Inspirados por este pacífico mártir, en medio de los desalientos en nuestra fe que podamos tener, oremos al Señor para que nos ayude a permanecer firmes en su amor:

¡Señor, creo en tu Palabra y por eso quiero ponerme en camino!¡Te pido que me abras mi corazón para despertar a la fe, para poner mi confianza en ti, para no desalentarme y creer siempre que actúas en mi vida, para fortalecer esa fe tibia!

¡Te pido una fe viva, una fe coherente, una fe ardiente, una fe operante, una fe ilimitada y una fe esperanzada! ¡Señor, creo, creo que puedes cambiarme, que tu poder puede transformarme, que tu Palabra puede renovarme, que tú lo puedes todo!

¡Señor, que al buscarte cada día pueda encontrarte; que al seguirte, salgas a mi encuentro, que una Palabra tuya, baste para abrir mi corazón, para que me des la gracia de confiar siempre en Ti, para que pueda compartir con los que me rodean mi fe en ti; para que con los que amo, creamos confiadamente en Ti! Amén.

En la oración pedíamos una fe coherente: para ello necesitamos tener muy claro en quien hemos puesto nuestra fe para poder defenderla.

Para lograrlo necesitamos tener una constante y fuerte relación con Jesús:

Sólo al leer frecuentemente la Palabra de Dios, meditar acerca de las actitudes de Jesús y sus sentimientos.

Estar cerca de Jesús, compartiéndole, en clima de oración y diálogo el día a día de nuestra vida, es la manera en que podemos cultivar nuestra fe.

No necesitamos palabras rebuscadas: es la realidad de nuestra vida lo que Jesús quiere escuchar.

Dios nos ama tal y como somos: no tengamos miedo de compartirle nuestros problemas o nuestras alegrías e ilusiones.

Sólo así, cuando nos llegue el momento de defender nuestra fe, no estaremos defendiendo sólo conceptos teóricos, sino que hablaremos con certeza, con toda la razón, de ese amigo que nunca falla y a quien agradecemos que haya dado su vida por nosotros.

El Amor hablará por nosotros.

San Juan Plessington,

Ruega por nosotros.