Bendiciones para todos los seguidores del Catálogo divino.
Porque cada uno de nosotros es un santo en potencia… aprendamos de nuestros hermanos del cielo a dejar que la gracia divina nos haga hermosa el alma.
Si queremos ser santos por nuestras fuerzas, no lo vamos a conseguir…
Es un trabajo en equipo con Dios.
Pidamos a los santos que se veneran ene este día, la docilidad para dejar a Dios que nos convierta en santos a pesar de nuestra fragilidad.
Los santos que se veneran en este día, 1 de julio son:
San Aarón, sacerdote del Antiguo Testamento; Santa Ester, reina; san Martín, obispo; San Domiciano, abad; san Teodorico, presbítero; san Eparquio, presbítero;
San Carilefo, abad; beatos Jorge Beesley y Montford Scott, presbíteros y mártires; beato Tomás Maxfield, presbítero y mártir; san Oliverio Plunkett, obispo y mártir;
San Golveno, obispo; beatos Juan Bautista Duverneuil y Pedro Aredio Labrouche, presbíteros y mártires; beato Ignacio Falzon, clérigo y terciario franciscano;
San Zhang Huailu, mártir; santos Justino Orona y Atilano Cruz, presbíteros y mártires; beato Juan Nepomuceno Chrzan, presbítero y mártir.
Un extraordinario catequista llega a nuestro Catálogo Divino de hoy.
En los registros parroquiales, se encontraron más de 650 personas para el bautismo, preparadas por él, además de los centenares de personas que acercó a la fe católica con su gran cultura y amistad.
Se trata del Beato Ignacio Falzon.
Oremos al Señor para que nos ayude a descubrir que lo que hacemos en la discreción y con amor por Dios, enriquece y fortalece nuestra vocación a la santidad:
Señor, tú que otorgaste al beato Ignacio la gracia de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por su intercesión, la gracia de vivir fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú nos has propuesto en la persona de tu Hijo, Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Aunque Ignacio tenía toda la formación intelectual y los bienes económicos para garantizarse una vida exitosa según el mundo, se preguntó ¿cuál sería su aporte? ¿De qué manera iba a glorificar a Dios con más fruto?
Tal vez se conmovió pensando en cuantos militares morían sin haber conocido a Dios y sin haber recibido el perdón de sus pecados.
Todo su esfuerzo se concentró en salvar esas almas, invitándoles a conocer al Dios que los creó y los ama.
Había algo que Ignacio tenía muy claro y era su origen proveniente de Dios.
Al saberse obra de Dios y creado para amarlo y darlo a conocer, las ganancias terrenales, no se podían comparar a la gran riqueza y felicidad que se siente al compartir el mensaje del Evangelio.
Tal vez sea esta la clave para llegar a ser un buen cristiano:
Reconocer agradecidos que debemos la vida y todo lo que tenemos a Dios y que nuestra labor, nuestros afectos, nuestros sueños cuando se llevan a cabo en armonía con lo que el Señor nos ha mandado respetar, nos traen paz y plenitud en esta vida y en la otra.
Sin empezar por allí, las catequesis, los rosarios, los sacramentos, no tienen sentido.
El buen cristiano, hace cada cosa sin perder su identidad de hijo de Dios y en todo deja el perfume de Cristo, que todo lo hizo bien y para sembrar el bien.
Beato Ignacio Falzon,
Ruega por nosotros.