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Les invitamos a dar un vistazo por las páginas del Catálogo Divino.

Este listado celestial resplandece por la luz de Cristo irradiada por los diferentes matices que reflejan los santos.

La santidad parece cosa de los templos, pero está en nuestra vida cotidiana, en nuestros asuntos comunes, donde ponemos nuestra energía, amor y esfuerzo.

Y brilla mucho más en medio de nuestras familias: allí donde están nuestros seres queridos, llegan los frutos de nuestras virtudes y cualidades.

En casa, nos vamos haciendo santos, por medio del amor y la honestidad de nuestros actos y sentimientos.

Por ello, conozcamos más historias de santidad, para motivarnos a ir al cielo.

Escuchemos algunos nombres de santos venerados hoy, 26 de julio:

Santa Ana y San Joaquín, padres de María Santísima; san Austindo, obispo; santa Bartolomea Capitanio, virgen y fundadora; san Erasto, discípulo; beato Jorge Preca, presbítero; san Simeón de Mantua, monje y ermitaño; Beato Andrés de Phû Yên, catequista y mártir; beata Camila Gentili, martirizada por su propio esposo; beato Guillermo Webster, presbítero y mártir; beato Hugo de Actis, monje; beato Jorge Swallowell, mártir;

Hoy, conoceremos la vida de una beata que vivió el drama de una gran cantidad de mujeres en el mundo: el maltrato por parte de su esposo.

Ella es la Beata Camilla Gentili de Rovellone.

Atendiendo a esta invitación del Papa Francisco, oremos por el respeto a todas las mujeres:

Te rogamos, Señor, por las mujeres de todo el mundo. Tú eres santo, Señor, y obras cosas maravillosas: te pedimos que cese la violencia física y moral sobre el cuerpo, mente y espíritu de las mujeres. Tú eres nuestra esperanza, Señor, tú eres fe y caridad: purifica la memoria y la mente de las mujeres de las torturas padecidas, y las humillaciones a las que han sido obligadas.

Tú eres el bien, Señor, todo bien, el sumo bien: Ayúdanos a evitar que el mal y la violencia sobre las mujeres sigan alimentándose, concediéndonos la conversión de aquellos que las maltratan. Suscita un mayor reconocimiento a la dignidad y el respeto a las mujeres en todo el mundo. Amén.

Las acciones de maltrato y de violencia van claramente en contra del Mandamiento del Amor que Dios nos ha encomendado.

Recordemos que debemos amar a Dios, sobre todas las cosas y también al prójimo como a nosotros mismos.

Una sociedad que alimenta el odio y la violencia, deja ver que el amor a sí mismo, no se cultiva en los corazones o no existe, pues la mayor motivación para amarse a sí mismo, es saberse creado por Dios y mucho más, es reconocerse hijo de Dios, con una dignidad imborrable.

Entonces, cuando nos sentimos amados por Dios, hace que fácilmente sintamos amor y respeto por los demás y con una gran facilidad, honramos el Santo Nombre de Dios, mediante el buen trato y el respeto en nuestras relaciones humanas. Actualmente se confunde el placer con el amor, pero... ¡qué lejos se está de descubrir la plenitud de ser humanos en la capacidad de amar y de servir, de procurar el mayor bien al otro, como una fuente inagotable de alegría!

Mujeres y hombres, necesitamos ser sanados y volver a la fuente del amor para reconocer lo valiosos y dignos de amor que somos. Las familias necesitan la presencia de Dios, para suscitar esa cordialidad que tanto nos hace falta.

Empecemos nosotros contribuyendo al evitar toda ocasión de maltrato a los demás, y así empezaremos a vencer el mal con el bien.

Beata Camilla Gentili,

Ruega por nosotros.