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Bendiciones para todos los que desean que Dios ilumine sus vidas, por medio de las historias de los santos.

Cada día recordamos muchos santos en una sola fecha, por ello en nuestro catálogo divino siempre vamos a encontrar innumerables historias de santidad para conocer.

Nosotros, también vamos escribiendo una historia con Dios, pidamos a los santos que nuestro caminar por la vida, lo podamos realizar unidos en el amor e impulsados por la fuerza y la gracia del Espíritu Santo.

Pidamos esta hermosa gracia a los santos que se recuerdan hoy: 29 de julio:

Algunos de ellos son:

Santos Marta, María y Lázaro, los amigos de Jesús en Betania; San Calínico de Gangra, mártir; San Félix de Roma, mártir; San Guillermo Pinchón, obispo;  San Lupo de troyes, obispo; San Olav de Noruega, mártir; San Próspero, obispo; Santa Serafina, virgen; Beato Carlos Nicolás Antonio Ancel, presbítero y mártir; beatos Lucio Martínez Mancebo, presbítero y compañeros mártires y el beato Urbano segundo, Papa.

Hoy conoceremos la historia de un obispo del siglo IV que luchó con oración, ayuno y predicación ante las herejías y fue un pastor celoso por la santidad de su rebaño.

El es san Lupo de Troyes.

Aprendiendo de este generoso obispo a contar con la fuerza de Dios para salir adelante, oremos con confianza:

¡Señor, por medio de tu Santo Espíritu dame la entereza y la fortaleza de afrontar los avatares de la vida con alegría cristiana, con confianza y con mucha fe!

¡Dame la fortaleza para ser valiente en todo momento, ayúdame a crecer en esa fe débil que tengo para que tu voluntad sea la mía!

¡Señor, no puedo ser un valiente sino llenas mi alma y mi corazón con la claridad de tu amor y de tu misericordia, sin que bañes mi interior de felicidad y de esperanza, acorde con los principios de tu amor y de tu gracia!

¡Dame la valentía para afrontar la vida y dame la fuerza para entregarme diariamente a mi prójimo para servirle con alegría y con pasión, como lo hiciste siempre!

¡Guía, Señor, mis acciones y mis palabras para que mi vida sea siempre de tu agrado y me convierta en un valiente sembrador de paz, de esperanza, de alegría y de sinceridad!

Este santo tuvo grandes decisiones que tomar en su vida y afrontó retos con grandes peligros y decepciones en su deseo de agradar a Dios, pero en cada ocasión, siempre se aferró primero a la oración como esa fuente de fuerza y luz para afrontar sus problemas.

Puede ser que alguna vez temblemos de miedo ante una gran dificultad, pero recordemos siempre que Dios está al alcance de una oración confiada y sincera.

No importa que nos sintamos incapaces de enfrentar una dificultad.

Busquemos encontrar la sabiduría escondida en aquella situación difícil y pidamos al Espíritu Santo que nos haga comprender, qué lección de vida espera que aprendamos con lo que estamos viviendo.

Podemos sorprendernos mucho, de las bendiciones que pueden derramarse sobre nosotros cuando luchamos con el poder de Dios y dejamos de querer arreglar todo a nuestra manera.

Recordemos que para el Creador del Universo no hay nada imposible.

Reposemos seguros en su misericordia que supera nuestros más grandes temores.

San Lupo de Troyes,

Ruega por nosotros.