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Un saludo fraterno para todos los que desean compartir con nosotras, las Hermanas Trovadoras, un episodio más del Catálogo Divino.

Si prestamos atención a las cosas que nos suceden, a los bienes que recibimos, a las personas que llenan de amor y motivación nuestra vida, seguramente tenemos muchas inspiraciones para dar gracias a Dios.

De igual manera, los Santos vivían en una constante alabanza porque entre más atentos eran a la voluntad de Dios, con más detalle se daban cuenta de las bondades divinas hacia ellos.

Llenémonos de gratitud y unámonos a las alabanzas de los santos que se veneran hoy, 10 de agosto en nuestra Iglesia:

San Lorenzo, diácono y mártir; Santa Asteria de Bérgamo, virgen y mártir; San Blano de Dumblan, obispo; Beato Agustín Ota, religioso jesuita y mártir;

Beato Arcángel de Calatafino Piacentini, presbítero; Beato José Toledo Pellicer, presbítero y mártir; y al Beato Juan Martorell Soria, presbítero Salesiano y mártir.

La historia de hoy narra de la vida de un hombre muy espiritual que atravesó muchas etapas en su vida de servicio a Dios y es recordado por su gran testimonio del amor de Dios despertando la conversión de muchos fieles.

El es el beato Arcángel de Calatafino Piacentini.

Oremos a este beato para que nos ayude a mantenernos fieles en medio de los cambios que puedan existir en nuestra vida:

¡Gracias, Señor, por tu fidelidad infinita, concédeme la gracia de serte siempre fiel, de amarte con todo mi corazón, con toda mi alma, con todo mi ser!

¡Envía tu Espíritu sobre mí, Señor, para que sea capaz de abrir el corazón y cambiar lo que deba ser cambiado, para abrir mi corazón en la oración y conocerte más, para aumentar mi deseo de amarte más, de tener una experiencia más íntima de Ti!

¡Señor, permíteme serte siempre fiel para adorarte en espíritu y en verdad para compartir con los demás tu amor, para sentir en mi propio corazón tu verdadero amor, para perfeccionarme por medio tuyo, para guardar mi corazón y llenarlo de tu amor!

¡Y cuando no te sea fiel, Señor, endereza mi vida y enséñame por medio de tu Santo Espíritu a entregarme en cada momento de la jornada, a tener la certeza viva de tu presencia, de tu compañía y de tu protección! Amén

Para algunas personas la profundidad de la fe se ve afectada por las diferentes situaciones que debe enfrentar en su vida:

Pueden influir: su modo de trabajar, las personas que lo rodean, el estado de su salud, las facilidades de las atracciones del mundo o las dificultades para vivir experiencias de oración y caridad.

Hay personas que tienen un llamado a la vida consagrada y como Arcángel van cambiando en la manera de vivirlo; pero este beato nos enseña que nuestra relación de amor con Dios, no cambia sino cambia nuestra manera de servirlo.

Si alguien deja de amar a Dios porque ya no hace el mismo apostolado o las mismas oraciones de antes, es posible que haya fundamentado su devoción en las cosas externas.

Por ello recordemos que la fe, es esa fuente interna que nos lleva a actuar para gloria de Dios.

Es nuestra esencia como personas o el ser el que es importante para ser cristiano. El hacer es simplemente nuestra manera de agradecer a Dios, todos los bienes que nos ha dado.

Recordemos que nada nos apartará del amor de Cristo.

Beato Arcángel de Calatafino Piacentini,

Ruega por nosotros.