Bendiciones y gracias de parte del Señor Jesús para todos.
Es una gran alegría descubrir cada día más y más personas que quieren vivir con compromiso y fe católica y que desean aprender más sobre ella para tener bases firmes sobre las cuales puedan cristianamente.
Muchos de nuestros pecados provienen de la ignorancia o de hacer las cosas con poca reflexión.
¡Qué bueno que Dios nos permite reconocer los errores y cambiar de manera de pensar!
Por su misericordia es que podemos avanzar día a día en nuestra unión con El y en nuestra relación con los demás.
Sigamos creciendo en esa sabiduría, conociendo a los santos que se veneran hoy, 19 de agosto, para imitar sus virtudes.
Ellos son: San Andrés de Cilicia y compañeros soldados y mártires; San Donato, presbítero; San Ezequiel Moreno Díaz, obispo; San Juan Eudes, presbítero; San Sebaldo, eremita; San Sixto III papa;
Beata Elvira Torrentallé Paraire y compañeras vírgenes y mártires; Beato Hugo Green, presbítero y mártir; Beato León segundo, abad y Beatos Luis Flores y Pedro de Zúñiga, presbíteros y trece compañeros marineros japoneses, mártires.
Aprendamos de un papa que en medio de numerosos enfrentamientos en cuestiones doctrinales, puso todo de su parte para lograr la reconciliación de puntos de vista diferentes y encontrar en la verdad el punto de unión que permitiera restaurar la comunión de la Iglesia.
El es el Papa san Sixto III.
Oremos a este conciliador pontífice:
Señor, tú que diste a san Sixto III la abundancia del espíritu de verdad y de amor para que fuera un buen pastor de tu pueblo, concede a cuantos celebramos hoy su fiesta adelantar en la virtud imitando sus ejemplos, y sentirnos protegidos con su valiosa intercesión. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Nuestras opiniones cambian mucho, humanamente hablando; pero nuestras decisiones, nos pueden conducir tanto a la vida como a la condenación eterna.
Se rechaza el pecado, pero no al pecador.
¿No vale la pena hacer todo lo posible para salvar las almas?
El Papa Sixto fue tildado de acoger herejías, por su actitud cercana y conciliadora ante los herejes, en su intento de llevarlos a comprender la verdadera fe y traerlos a la comunión de la Iglesia.
Estar en comunión con la Iglesia no es solamente hacer parte de una institución.
Recordemos que es: tener un mismo pensar y un solo sentir, guiados por el Espíritu Santo que nos reúne en una misma verdad y nos impulsa con un solo amor.
San Sixto III,
Ruega por nosotros.
