Estamos unidos en el amor a Dios y nuestro deseo de llegar a la santidad.
Por ello, buscamos aprender de los santos, muchas claves de espiritualidad que nos permiten tener más claridad en cómo podemos actuar como discípulos de Cristo en nuestra realidad.
Cada santo es distinto, pero tiene cada uno una riqueza inmensa venida de su encuentro con JESÚS.
Por ello, en nuestro catálogo Divino, cada vez que escuchamos estas historias descubrimos que nosotros también llevamos por dentro una riqueza única, que la Iglesia espera en nuestro testimonio.
Por ello, llenémonos de valentía y fe conociendo a los santos que hoy, 25 de agosto, se veneran en nuestra Iglesia católica:
san Genesio, mártir; San José de Calasanz, presbítero y fundador; Santa Patricia de Nápoles, Virgen y mártir; San Aredio, abad; San Geruncio, obispo; San Gregorio de Utrecht, abad; San Luis, rey; San Menas, obispo;
San Severo de Agde, abad; Santo Tomás Cantelupe, obispo; Beato Luis Urbano Lanaspa; presbítero y mártir; Beata María Cabanillas, virgen y Beato Pablo Juan Charles, presbítero y mártir.
Hubo un santo sacerdote que por medio de la educación de los niños quiso evangelizar fundando la primera escuela cristiana popular de Europa.
El es San José de Calasanz.
Oremos a este gran educador de la fe:
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a san José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños, concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén
Parafraseando a santa Teresa, podemos pensar que un buen pensador no nos engañará.
Es decir, alguien que usa la razón de manera recta, tendrá criterios sabios y justos que le permiten, decidir también lo correcto ante Dios, aunque no se proponga tener un criterio religioso.
Y es que la ciencia humana, se deriva de la ciencia y el entendimiento que Dios ha puesto en el alma del ser humano.
Tanto desorden cívico y moral, se puede prevenir cultivando una educación integral en los niños y jóvenes, pero para que sea completa hace falta enseñar la fe.
Un racionalismo sin experiencia del amor de Dios, no alcanza para ser un verdadero creyente.
Recordemos que Dios es amor.
Enseñemos con amor los valores.
San José de Calasanz,
Ruega por nosotros.