Un saludo fraterno desde Pamplona, Colombia.
Esperamos que la gracia y la esperanza en Dios les sostengan siempre, y que puedan ver las oportunidades que pueden surgir en medio de los problemas para crecer en sabiduría y fuerza.
La vida de los santos nos lleva a descubrir que cuando estamos con Cristo, gracias a Él, los que somos débiles nos volvemos fuertes.
Esto es para cada cristiano, y no solo para el consagrado:
Así como todos hemos recibido la vida, también nos cubre el amor de Dios.
La santidad es dejarse llevar por ese amor y dejar que Dios nos enseñe el mejor camino.
Por ello, los invitamos a escuchar la historia que nuestro catálogo divino, nos trae para hoy, 31 de agosto.
Los santos venerados hoy, son:
San Ramón Nonato, presbítero religioso; San Aidán de Lindisfarne, Obispo y abad; San Aristídes de Atenas, laico filósofo; San Paulino de Tréveris, obispo y Beato Andrés Dotti, religioso presbítero.
En este día, escucharemos la historia de un joven que tenía el mundo a sus pies pero quiso dejarlo todo para anunciar el Evangelio como religioso de la orden de los Servitas.
Es el Beato Andrés Dotti.
Señor, Tú que diste al beato Andrés Dotti, la abundancia del Espíritu de verdad y de amor para que fuera un buen pastor de tu pueblo, concede a cuantos celebramos hoy su fiesta, adelantar en la virtud imitando sus ejemplos y sentirnos protegidos con su valiosa intercesión. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
¿Cómo, un hombre que tenía tanto apostolado que hacer, se lanza a vivir la vida solitaria de la oración?
Parece increíble.
A los ojos del mundo, quedarse rezando puede parecer una pérdida de tiempo.
Pero para un hombre espiritual como Andrés, irse al desierto, a la soledad para dejar a un lado sus preocupaciones y sus afanes para escuchar la voz de Dios era entrar al paraíso.
Y es que en ese silencio y en ese deseo ardiente de escuchar la voz de Dios, la oración fluía más fácilmente.
Escuchar la voz de Dios, no implica sólo hablar y expresar conceptos.
Al hablar con el Señor, este diálogo es un encuentro de amor, un descubrir a Dios como la persona que más nos ama y nos protege.
Alguien que le da sentido a nuestra vida, sanación a nuestras heridas, consuelo me medio de nuestras luchas, paz en medio de nuestros afanes, alegría en medio de nuestros triunfos, ternura en medio de nuestro desánimo.
Ese amor inigualable, de Padre, de Hermano, de amigo, que no se puede comparar con nada y que además nos espera con los brazos abiertos a cada momento.
Abrirle a Dios el corazón con toda humildad, con toda sencillez, con toda sinceridad en la calma y el silencio es el mejor tiempo de nuestra vida,
Este encuentro hace de cualquier cueva, la mansión más hermosa, solo porque nos hemos encontrado con Dios.
Ojalá no nos perdamos de vivir esta experiencia cada día.
En este caso es como cuando Felipe le habló de Jesús a Bartolomé para conocerlo:
Ven y lo verás.
Comprueba la belleza de la oración por ti mismo.
Beato Andrés Dotti,
Ruega por nosotros.