Bienvenidos a un nuevo episodio de Catálogo Divino...
... donde las historias de los santos no dejan de sorprendernos.
La santidad se refleja de adentro hacia afuera, pues no hace daño lo que entra al corazón del hombre, sino lo que sale de él.
No es la ropa, no es la postura, no son las palabras... la bondad viene de un corazón limpio e iluminado por la Palabra de Dios y de allí todas las decisiones dan sus frutos.
Dejemos el temor a pensar que nosotros mismos podemos ser santos
Ya iniciamos con la gracia del bautismo, ahora sólo debemos purificar y mantener limpia la vestidura de nuestra alma.
Trabajemos por nuestra santidad así como los santos que se recuerdan en nuestra Iglesia Católica hoy, 27 de septiembre:
San Vicente de Paúl, presbítero; San Bonfilio, obispo; San Cayo, obispo; San Elzear, virgen; San Florentino, mártir; Santa Hiltrudis, virgen; Beato Juan Bautista Laborier, diácono y mártir y Beato Lorenzo de Ripafratta, presbítero.
Hoy, conoceremos a un santo que en medio de un santo matrimonio y la ocupada vida de la corte vivió la pureza, junto a su esposa, dando un singular testimonio de vida.
El es san Elzear de Sabrán.
Meditemos con este himno que recuerda las virtudes de la santa pareja:
Elzear y Delfina,
esposos santos
que servisteis a Cristo
puros y castos;
un claro espejo
las bienaventuranzas
del Evangelio.
Amigos de los pobres
y los enfermos,
erais como una madre
para con ellos.
Con vuestro abrazo
unos pobres leprosos
quedaron sanos.
Queremos ser cristianos
comprometidos
en medio del ambiente
de nuestro siglo.
Como vosotros,
Elzeario y Delfina,
santos esposos. Amén.
La castidad es pensar en la santidad del otro.
El amor de las parejas es una forma excelente de santificarse, pues requiere compromiso, honestidad, solidaridad, comprensión, perdón, comunicación, sacrificio, fidelidad, disponibilidad.
Cuando se tiene a alguien a quien contar los sentimientos y razones más profundas en un clima de comprensión y amor, las personas pueden crecer y profundizar más su vida interior y ser más libres y plenos hacia el exterior.
Pero lastimosamente, buscar una pareja se ha convertido en encontrar a alguien a quien se usa para alcanzar un beneficio, alguien para llenar una baja autoestima, alguien a quien poseer, alguien que satisfaga las necesidades pero del que no se tiene idea qué siente, qué sueña, que le motiva.
Un amor interesado y utilitario no es amor.
Parejas: redescubran cada día la riqueza de un amor pleno por medio de Cristo.
San Elzear de Sabrán,
Ruega por nosotros
