Listen

Description

Bendiciones del Señor en este nuevo día.

 

Qué bueno contar con tantos amigos, no sólo junto a nosotros, sino también en el cielo, para animarnos a seguir adelante.

 

Los buenos amigos nos ayudan a ser mejores, así que pidamos a nuestros amigos los santos, que ellos nos alcancen esos favores y gracias que tanto necesitamos.

 

Nuestro catálogo divino sigue enseñándonos la gran cantidad de santos que bendicen nuestra vida

 

Y en este día, 6 de septiembre, tenemos esta selecta lista de santidad:

 

Hoy, nuestros santos patronos son:

 

Santa Bega de Cumberland, monja; San Eleuterio de Spoleto, abad; San Magno, abad; San Onesíforo de Éfeso, siervo del Señor; San Zacarías, profeta;

 

Santos Aconto, Nono, Herculano y Taurino, Mártires; Beato Bertrán de Garrigues, presbítero; Beato Diego Llorca Llopis, presbítero y mártir y Beato Pascual Torres Lloret, padre de familia y mártir.

 

Conozcamos a un beato que dio su vida por Cristo, ejecutado solo por ser sacerdote y que dejó una gran huella de fe y sencillez.

 

Es el Beato Diego Llorca Llopis.

 

¡Envíame Tu Espíritu, Señor, para transformar mi corazón y dirigirlo hacia Ti! ¡Envíame Tu Espíritu, para que me abra los ojos del alma para aceptar tu voluntad! ¡Dame, Señor, un corazón atento para apreciar tu amor y tu misericordia en cada encuentro con la gente que me rodea, en cada experiencia conmovedora de mi vida, en cada problema, en cada casualidad aparente, en cada sufrimiento vivido, en cada Palabra de la Biblia, en cada mensaje recibido! ¡Señor, quiero aceptar sin reservas lo que Tú tienes preparado para mí! ¡Señor, quiero ser tu amigo; y aunque soy poca cosa soy todo tuyo! Amén.

 

Vivir continuamente en la presencia de Dios y mantener el corazón en sintonía con su amor divino, hace que uno deje de ser tan complicado.

 

Reconocer que no se mueve una hoja si no es por la voluntad de Dios, no es solo para vivir resignado, porque eso no es cristiano.

 

Es para pensar que Dios de todos los males saca un gran bien y que nos ayuda a tener siempre una respuesta de bien ante el mal con la ayuda de su gracia.

 

Nos volvemos descomplicados y pasamos a ser sencillos: a mirar la vida con ojos de gratitud y a saber tener paciencia, siempre con la esperanza que Dios sacará algo bueno de todo esto.

 

El Beato Diego no perdió tiempo en sufrir por las circunstancias adversas que vivió, sino que se mantuvo sereno, concentrado más bien en no dejar que su adoración, confianza y respeto a Dios se salieran de su corazón.

 

Dio el mejor testimonio de estar bien preparado para su encuentro con el Señor.

 

Pudo hacerlo porque siempre se mantuvo en esa presencia amorosa y no veía la muerte como algo malo, sino como la puerta para gozar del amor de Dios más plenamente.

 

Dejémonos atraer por la ternura de Dios a buscarlo en la oración y en las muchas situaciones que vivimos, para permitir que Él derrame su bendición a cada momento de nuestra vida

 

Y también para vivir en paz, aunque nos rodee la tormenta.

 

Recordemos que el brazo poderoso de Dios nos protege y nos sostiene.

 

Beato Diego Llorca Llopis,

 

Ruega por nosotros.