Bienvenidos. Están a punto de escuchar un nuevo y conmovedor episodio del Catálogo Divino.
Como hemos aprendido de los santos, todo lo podemos superar si confiamos en Cristo que nos fortalece. La felicidad no es no tener problemas.
Ser feliz es permanecer lleno de esperanza y paz a pesar de los problemas y enfrentarlos con confianza. Pidamos a los santos, que recordamos en este día 28 de septiembre, que nos ayuden a crecer cada día en esta confianza en Dios como ellos.
Conozcamos sus nombres: San Wenceslao de Bohemia, rey; San Lorenzo Ruiz y Compañeros Mártires; San Anemundo de Lyon, obispo y mártir; San Exuperio de Toulouse, obispo; Santa Leoba de Maguncia, virgen; San Zama de Bolonia, obispo; Beata Amalia Abad Casasempere, mártir y madre de familia; Beato Bernardino de Feltre Tomitano, presbítero; Beato Francisco Javier Ponsa Casallarch, religioso y mártir; Beato José Tarrats Comaposada, religioso y mártir y Beato Nicetas Budka, obispo.
Hoy conoceremos a un beato del rito católico bizantino, que fue uno de los mártires de origen ucraniano, que perseveró en la fe hasta morir en un campo de concentración soviético en Kazakistán, antiguo territorio ruso.
El es Beato Nicetas Budka.
Nicetas es un nombre griego que significa “victorioso”, en Ucraniano se Dice “Nikita” Nuestro beato nació en 1877 en la ciudad ucraniana de Drobomirka. Hacía parte de una familia campesina bastante acomodada y políticamente activa en el pueblo, entonces parte de Galicia, en Austria-Hungría.
En Canadá, fue conocido como defensor de la autonomía de la iglesia ucraniana de la jerarquía latina y oponente de las actividades misioneras entre los canadienses ucranianos por parte de las iglesias protestantes y ortodoxas rusas, y del secularismo. Apoyó ampliamente el nacionalismo ucraniano.
Fue deportado entonces al gulag o campo de concentración soviético de Karadzar, cerca de Karagandà en Kazakistán.Allí soportó por amor de Cristo muchas adversidades, torturas, burlas y hambre, junto a un trabajo físico insoportablemente duro, perseverando en la fe con ánimo fuerte
Nicetas fue fiel hasta a la muerte, que ocurrió el 1 de octubre de 1949; tenía 72 años. Según los funcionarios soviéticos falleció de un infarto al corazón.
Pidamos como, este beato, ser siempre fieles a Dios aunque el mundo nos quiera confundir con sus propuestas:
¡Señor, permíteme serte siempre fiel para adorarte en espíritu y en verdad para compartir con los demás tu amor, para sentir en mi propio corazón tu verdadero amor, para que me perfecciones guardando mi corazón! ¡Y cuando no te sea fiel, Señor, endereza mi vida y enséñame por medio de tu Santo Espíritu a entregarme en cada momento de la jornada, a tener la certeza viva de tu presencia, de tu compañía y de tu protección! Amén.
La clave para mantenernos en la comunión es: ser muy dóciles al Espíritu Santo.
Es el Espíritu De Dios quien nos ha constituido como una sola familia, el que nos hace templos de su Presencia y el que nos da la capacidad de actuar bajo el impulso de la gracia divina.
No podemos conformarnos con la unción recibida el día de la confirmación. Nuestra fidelidad la demostramos con nuestra frecuencia en la oración y confianza en Dios. Día tras día debemos pedir al Santo Espíritu de Dios que renueve en nosotros sus dones, que nos ayude a dejarnos transformar por ellos.
…y sobre todo, a pedir que en estos tiempos en que se desarrollan tantas formas de pensar y definir la fe, no caigamos presos de errores, sino que con su luz, podamos siempre aprender, descubrir y conservar la verdad que nos predicó Jesucristo y que nos hace una sola Iglesia.
Que El Espíritu Santo nos una siempre en su vínculo de verdad, comunión y paz.
Beato Nicetas Budka, Ruega por nosotros.