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Todos tenemos una gran bendición, y aunque no todos lo sabemos, es una ¡hermosa realidad!

Si! Todos somos hijos de Dios. Somos hermanos en Cristo y somos templos del Espíritu Santo

Un regalo que nos ha llegado de Dios mismo, para ayudarnos en nuestro diario caminar, para tener siempre una luz espléndida que guie nuestros pasos.

Porque con Dios nunca andaremos solos, y siempre tendremos su respaldo en todas nuestras acciones.

Y, como quien anda con Dios cosecha buenos frutos, les compartimos con gran alegría que este es el episodio número “doscientos” de la segunda temporada del Catálogo Divino

Eso quiere decir que sólo en el año 2022 hemos escuchado 200 fascinantes historias de santos y beatos que nos inspiran para alcanzar la santidad.

Y si a eso le sumamos los 120 episodios del 2021, en la primera temporada, ya son 320 vidas de santos o historia de devoción que hemos compartido. ¡que gran bendición!

Pero, aunque ya son bastantes las historias que conocemos, seguro que todos queremos aprender y escuchar más vidas memorables

Así es. Por eso, abriremos nuestro catálogo divino en este episodio número 200 para dar paso a todos los hombres y mujeres que han conquistado la corona de la santidad, en este día, 15 de noviembre.

Los santos que hoy conmemora la Santa Iglesia son:

San Alberto Magno, obispo y doctor en Iglesia; San Eugenio de Toledo, Obispo; San Desiderio de Cahors, Obispo; San Fidenciano y compañeros mártires; San Fintano, monje; San Gurias y San Samonas de Edesa, mártires;

San José Mkasa Balikuddembé, mártir; San Leopoldo el piadoso, príncipe; San Maclovio de Alet, obispo; San Rafael de San José Kalinowski, presbítero; San Sidonio, abad; Beata Lucía Brocadelli, religiosa, Beata María de la Pasión, religiosa y Beato Cayo Coreano, mártir.

Hoy nos llega la historia de un poeta, un escritor, un intelectual, un liturgo, un obispo y también un mártir.

Escuchemos la historia de San Eugenio de Toledo

Fue un personaje de salud delicada y débil constitución, según informa Ildefonso y él mismo en sus poemas.

Murió en el 657, cuando debía de rondar los sesenta años, y fue enterrado en la basílica de Santa Leocadia.

Su obra sigue viva entre nosotros, pues el arte de la poesía siempre siembra belleza y alegría

Y para demostrarlo, vamos a orar con este bello escrito de San Eugenio de Toledo, el poema sobre el canto del ruiseñor:

Tu voz, ruiseñor, incita a cantar canciones; / por ello mi lengua rústica de ti canta alabanzas. / Tu voz, ruiseñor, en el canto a las cítaras vence / y con tus admirables melodías aventajas a los músicos vientos. / Tu voz, ruiseñor, expulsa lejos la simiente de las cuitas / y con tus blandos sones recrea el corazón angustiado. / Los campos floridos habitas, del herboso césped gozas / y en el follaje de los árboles a tus retoños incubas. / A tus canoros cantos responden los arbustos / y el mismo bosque frondoso tu canto con sus ramas acompaña. / Cedan su puesto, por mi juicio, el cisne y la charlatana golondrina, / y cédalo también a ti el loro de eximia boca. / Jamás ave ninguna imitará tus cantos, / pues dulce miel de tu gorjeo fluye. / Entona, pues, con tu vibrante lengua tus trémulos susurros / y con tu garganta suave modula el fluido canto. / Ofrece grato sustento a los oídos solícitos. / No quiero que te calles, no quiero que te calles. / Toda gloria, alabanza y bendición a ti, oh Cristo, / que a tus siervos proporcionas estos agradables bienes. Amén

Que esa sea hoy nuestra tarea: sacar un poco nuestro lado de poetas, para sembrar alegría y paz en medio de este mundo

Y hagámoslo con el patrocinio y ejemplo de este santo

San Eugenio de Toledo

Ruega por nosotros