Los que enseñan a los demás a conocer y practicar los mandamientos de Dios, serán como estrellas en el cielo.
¿Tenemos alguna estrella que nos guíe?
Pues los santos, nos pueden ayudar a encontrar la ruta para encontrar a Dios y agradarle con nuestra vida.
Por ello, conozcamos más vidas interesantes de seguidores fieles de Cristo:
Los santos que se recuerdan hoy, 17 de noviembre, son:
San Gregorio Taumaturgo, obispo; Santa Isabel de Hungría, reina; Santos Victoria y Acisclo de Córdoba, mártires; Santos Alfeo y Zaqueo de Cesarea, mártires; San Aniano de Orleáns, obispo; San Florino, presbítero;
San Hugo de Lincoln, obispo; San Hugo de Noaria, abad; San Juan del Castillo, presbítero y mártir; San Lázaro de Constantinopla, monje; San Namacio de Vienne, obispo; San Raveriano, monje, obispo;
Santa Hilda de Whitby, abadesa; Santa Ilda de Inglaterra, monja; Beata Salomé de Cracovia, reina y abadesa; Beato Josafat Kocylovskyj, obispo y mártir, Beato Lope Sebastián Hunot, presbítero y mártir.
Hoy conoceremos la gran vida de San Gregorio Taumaturgo.
Oremos pidiendo muchos bienes espirituales por intercesión de este gran santo:
Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Gregorio, vuestro confesor pontífice, aumente en nosotros el espíritu de piedad y el deseo de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
En la vida de san Gregorio, podemos ver cómo la base para una vida cristiana fuerte era también una excelente formación humana.
Todo lo que pueda estudiarse acerca de la sagrada escritura, el catecismo, la liturgia, la historia de la Iglesia y los documentos que contienen sus enseñanzas, necesitan ser aplicados en la vida para que cobren todo su sentido.
Los santos se esmeraron en vivir coherentemente.
En nuestra realidad, vemos cómo los comportamientos se adaptan, o a las conveniencias o a las tendencias de moda.
El saber debe ir unido al vivir. Y entre más se practica, con más profundidad puede comprenderse lo que se vive.
Igualmente esa gran disciplina de vida se traduce además de hecho en una frecuente oración donde confiamos a Dios cada minuto de nuestra existencia, para hacerla digna de Él.
Es en lo humano en lo que nos hacemos santos, así como Cristo se hizo hombre para salvarnos.
San Gregorio Taumaturgo,
Ruega por nosotros.