Ya cerca de celebrar el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, les enviamos un gran abrazo fraterno, deseándoles paz y alegría en sus corazones.
La santidad se construye paso a paso en medio de las situaciones más sorprendentes de la vida,
…sin embargo la gracia de Dios hace que lo imposible se vuelva posible, en especial, sanar nuestro corazón y no detenerse ante el mal que nos cierra el paso.
En nuestro catálogo divino tenemos historias de santos que no dieron su brazo a torcer ante las dificultades de la vida.
Escuchemos que santos nos dan su testimonio de fortaleza en este día 15 de diciembre:
San Valeriano, obispo; San Maximino, presbítero y abad; Santa María Crucificada de Rosa, virgen; San Urbicio, eremita;
Santa Virginia Centurione Bracelli, viuda y fundadora; Beato Carlos Steeb, presbítero; Beato Marino, abad y Beata María Victoria Fornari, viuda y fundadora.
Nuestra santa protagonista de este día, fue una joven viuda que dedicó sus riquezas a las obras de caridad y dando luego el paso a la vida religiosa, llegó a ser fundadora de dos comunidades.
Es la inusual historia de Santa Virginia Centurione Bracelli.
Oremos pidiendo al Señor nos despierte una caridad generosa hacia los demás:
Padre Nuestro, que hiciste de Santa Virginia una persona entregada al servicio de los pobres, haz que nosotros sigamos su ejemplo y vivamos para servirte a ti y al prójimo que más lo necesita. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Ser solución y no problema es una invitación que nos hace el Señor por medio de la Caridad.
Salir de nosotros mismos, especialmente, para ayudar a los demás, nos favorece para aprender a ser agradecidos con lo que somos y tenemos y para descubrir, que siempre tenemos algo que compartir.
Por ello, la caridad no sólo bendice al que recibe, sino también al que da.
Aunque sea poco o algo no material, demos con generosidad al que nos necesite.
¡Qué bueno convertirnos en una bendición para los demás!
Las Hermanas Trovadoras agradecemos su atenta sintonía durante esta tercera temporada del Catálogo Divino.
En medio de historias sorprendentes, hemos aprendido mucho sobre, la fe, la perseverancia y el verdadero amor y nos sentimos felices de enriquecer sus vidas con este compartir de espiritualidad.
Este es el último episodio de esta temporada y les pedimos su oración por nuestra comunidad, para que pueda seguir evangelizando por los medios de comunicación y en todas nuestras labores apostólicas.
Esperamos poder seguir acompañándolos el próximo año y desde ya les deseamos una feliz Navidad y un feliz comienzo de año 2024, iluminados por la gracia y el amor de Dios.
Bendiciones y gracias del Señor.
Santa Virginia Centurione Bracelli,
Ruega por nosotros.