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Bienvenidos a seguir alimentando el espíritu con historias de valentía y amor por Cristo.

 

En nuestro catálogo divino, encontramos tantas historias que parecen ser convencionales, pero en las cuales descubrimos la poderosa mano de Dios guiando y protegiendo a estos creyentes valerosos.

 

Son valientes, nada más, porque aceptan con humildad las propias limitaciones y se esfuerzan día a día para crecer como personas.

 

A veces para alguien es más difícil admitir que tiene defectos, que declarar en público que muere por Cristo Rey.

 

Los santos nos siguen dando su testimonio. Escuchemos los nombres de los santos que en este día nos iluminan con su perseverancia en la fe, la esperanza y la caridad:

 

Los bienaventurados venerados en este día 23 de febrero son:

 

San Policarpo, obispo y mártir; San Juan Segador, monje; Santa Milburga, virgen; san Willigiso, obispo, San Sireno, mártir, Santa Josefina Vannini, virgen y Fundadora;

 

Beata Rafaela de Villalonga Ybarra, madre de familia, religiosa y fundadora; Beato Nicolás Tabouillot, presbítero y mártir; beato Luis Mzyk, presbítero y mártir;

 

Beato Braulio Carlos Lucas, religioso y mártir; Beata Juana Franchi, virgen y fundadora y beato Vicente Frelichowski, presbítero.

 

En este día conozcamos la vida de la fundadora de las Hijas de San Camilo, junto al beato Luis Tezza.

 

Ella es Santa Josefina Vannini.

 

Oremos al Señor para que nos dé la confianza para perseverar en las pruebas que tenía esta santa:

 

Señor, tú que hiciste de santa Josefina Vannini, ejemplo de fe firme y de ardiente caridad, una testigo extraordinaria del camino de la vivencia espiritual y una gran enfermera dedicada a la sanación de la vida humana, concédenos que sigamos su ejemplo, atendiendo tu grito de sed desde la cruz y te amemos con alegría en la realidad sufriente y dolorosa de todos los enfermos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

Describen a Santa Josefina como un hierro forjado a golpes en el yunque

 

Las contradicciones y sufrimientos que vivió desde su infancia, propiciaron en ella una firmeza de carácter y perseverancia ante las dificultades, que eran necesarias para la misión que Dios le confiaría más adelante.

 

Esta historia tuvo un final feliz, porque ella decidió confiar en Dios aunque se considerara frágil.

 

Pero Dios confiaba en ella, porque conocía su fidelidad y valor.

 

Muchos podemos desalentarnos ante las pruebas de la vida, pero no sabemos el bien que nos hacen cuando nos motivan a mejorar y ganar experiencia.

 

Dios conoce la manera en que estas situaciones nos ayudan a madurar.

 

Somos instrumentos en las manos de Dios y él se vale de nuestros defectos y virtudes para ayudar a construir su Reino entre nosotros.

 

Confiemos en Dios y que Él nos ha puesto en el lugar y las situaciones donde vamos a dar el mejor fruto.

 

Santa Josefina Vannini,

 

Ruega por nosotros.