Abad y fundador
Bienvenidos a dar un vistazo al catálogo divino, para seguir aprendiendo de los santos que FUERON FIRMES EN LA FE.
La vida se nos presenta como un constante desafío, donde como cristianos debemos anunciar la voluntad de Dios por medio de nuestra conducta y coherencia.
A veces esta lucha es muy difícil, pero se puede lograr si estamos cimentados en nuestra Roca que es Cristo.
Eso lo vivieron los santos a quienes queremos conocer hoy para motivarnos a ser valientes en la defensa de nuestra fe.
Por ello conozcamos los santos que se recuerdan hoy, 15 de marzo. Ellos son:
San Raimundo de Fitero, Abad y fundador de la Orden militar de Calatrava. San Clemente María Hofbauer, presbítero; San Menigno, Mártir; San Sisebuto, abad; San Zacarías, papa; Santa Leocricia, virgen y mártir;
Santa Luisa de Marillac, Viuda y Fundadora; Santa Vicenta de Coria, virgen y mártir; Beato Adalberto Balicki, presbítero; Beato Artémides Zatti, religioso y Beato Guillermo Hart, presbítero y mártir.
El santo de hoy fue un monje que en medio de las dificultades de su época, trabajó por la defensa de un territorio ante la invasión de los moros y luego formó soldados monjes al servicio de Cristo en una singular experiencia religiosa y militar.
Conozcamos un poco de historia a través de la vida de San Raimundo de Fitero.
Podemos aprender de San Raimundo, por ejemplo, cómo al intentar responder al duro enfrentamiento con los musulmanes en su época, buscó la manera de que sus acciones militares fueran el reflejo del combate interior, ante el cual debemos guerrear y estar vigilantes.
Buscó que sus guerreros se cimentaran en la base espiritual de la vida monástica para que su lucha, no perdiera el horizonte de la defensa de una cultura y una religión.
Oremos al Señor para que seamos valientes guerreros de la fe y no temamos a las dificultades cotidianas:
Señor, te pido valor y lucidez para afrontar todas mis dificultades, no dejes que mi ánimo decaiga. Tú eres mi fortaleza y mi roca fuerte, mi escudo protector ante la adversidad.
Ayúdame a dar lo mejor de mí, a entregarme plenamente a la bondad y pureza de tu amor, a centrarme en tu Palabra que abriga, que sostiene, que impulsa y alienta a superar todo obstáculo y dificultad que se presente.
En tu Nombre, y con tu ayuda, sé que puedo vencer, porque nadie que ha confiado en Ti, en tu compasión y en tu misericordia, ha salido defraudado. Amén
En realidad, como cristianos, somos guerreros, no para tomar las armas y herir a quienes se nos oponen; sino para luchar ante nuestros viejos enemigos: el demonio, el mundo y la carne, con las armas de la fe, la caridad, la oración, la penitencia, la escucha de la Palabra de Dios y los sacramentos.
En este tiempo de cuaresma, abramos los ojos a la gran necesidad de volver a tener disciplina y dominio de nosotros mismos de manera que eso nos ayude a madurar nuestra fe y nuestra conducta.
San Raimundo de Fitero
Ruega por nosotros.
