Santa Catalina de Siena
Virgen y doctora de la Iglesia
Que la gracia del Señor inunde nuestros corazones, para que podamos reflejar a Dios en nuestra vida cotidiana.
Vivir la santidad se percibe en el mundo, como algo muy complejo, incluso extravagante.
Buscamos de muchos modos afirmar nuestra autoestima, pero aquello que debería llenarnos de satisfacción y optimismo, no lo tenemos en cuenta: el ser hijos amados de Dios.
Recordar que Dios nos ama es la mejor fuerza para enfrentar los problemas y salir adelante, porque nuestra vida es también el campo abierto para que Dios actúe por medio de nosotros.
Eso es la santidad: ser socios, colaboradores en la obra de Dios.
Conozcamos más vidas santas, entre los bienaventurados que son recordados por nuestra Iglesia católica hoy, 29 de abril:
San Hugo, abad; Santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia; San Acardo de Avranches, obispo; San Antonio Kim Song-u, mártir; San Severo de Nápoles, obispo; San Tíquico, discípulo y colaborador de Pablo; San Torpetes, mártir y Santa Tertulia, virgen y mártir.
Hoy aprenderemos de una gran santa que fue una de las grandes místicas del siglo XIV, predicadora y escritora, que impulsó el regreso del Papa desde Aviñón a Roma y es una de las grandes representantes de la espiritualidad dominica.
Ella es Catalina de Siena.
Santa Catalina escribió a los cardenales y príncipes de varios países implorándoles que reconocieran al papa Urbano y así acabar con el cisma y de igual manera escribió pidiendo su colaboración al papa.
Trabajando en esa misión en Roma, la santa enfermó y murió el 29 de abril de 1380, a la edad de treinta y tres años.
Fue canonizada en 1461.
Fue proclamada doctora de la Iglesia en 1970.
En 1999, fue declarada Copatrona de Europa.
Oremos a esta valiente santa que edificaba hablando en nombre de la verdad:
Señor Dios,
tú has mostrado a santa Catalina
el amor infinito
hacia todos los hombres,
hechura de tus manos,
que arde en tu corazón.
Concédenos que podamos
seguir su ejemplo,
confiando en tus promesas
y aumentando nuestra fe en tu presencia
en cada sacramento,
especialmente en el sacramento de tu perdón.
Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Santa Catalina decía:
«Si eres lo que debes ser, prenderás fuego al mundo entero».
Dios sabe qué es lo que debemos ser, pues nos dio nuestra misión.
Seamos celosos buscadores de esa voluntad de Dios para nuestra vida y así encenderemos el fuego del amor.
Así conoceremos la plenitud y la paz, siendo nosotros mismos, iluminados por la gracia de Dios.
Es el mejor proyecto de vida y seremos bendición para los demás.
Santa Catalina de Siena,
Ruega por nosotros.
