Que una lluvia de bendiciones caiga sobre cada uno de ustedes, que siguen cada episodio del catálogo divino.Son muchas las situaciones que tenemos que vivir en este difícil día a día, pero estos afanes son llevaderos porque contamos con la gracia del Señor.
La mayoría de los santos afrontaron las persecuciones. Escuchando sus historias, nos damos cuenta cómo su fe fue probada pero también su fe fue bien preparada para la prueba siendo alimentada con los sacramentos, la Palabra, la oración y las buenas obras.
Conozcamos nuevas historias de santidad que nos ayuden a fortalecer también nuestra fe.Los santos que recuerda nuestra Iglesia hoy 18 de mayo son:Santa Claudia, virgen y mártir; San Erik IX de Suecia, Rey; San Félix de Cantalicio, religioso; San Venancio de Camerino, mártir; San Juan I papa; San Potamón y compañeros mártires; Beata Blandina Merten, virgen; Beato Burcardo de Beinwil, presbítero; Beato Guillermo de Toulouse, presbítero y Beato Estanislao Kubski, Presbítero y Mártir
Hoy conoceremos la historia de un papa que fue mártir en el siglo VI. El es san Juan I, papa.
San Juan primero nació en Toscana, Italia, alrededor del año 470 y se desconoce su nombre de nacimiento.Solo se sabe que era hijo de un terrateniente llamado Constancio.
Su elección como pontífice, sucedió sólo siete días después del fallecimiento de su antecesor, el Papa Hormisdas.
Juan I fue elegido Papa a una edad avanzada. Según los historiadores, ya estaba bastante frágil cuando comenzó su papado.
Teodorico en 524, organizó una delegación para ser enviada a Constantinopla, y obligó al Papa Juan I a dirigirla para quitar las prohibiciones a los arrianos.
Juan ya es anciano y el viaje al Oriente es largo, se pone en marcha sin demora.Cuando regresó a Roma, Teodorico, enfurecido, lo mandó encerrar en la prisión de Rávena.
Los constantes maltratos sufridos por el pontífice en la cárcel, provocó su muerte a los pocos meses de haber sido tomado prisionero en el año 526.
En este día recordemos junto a San Juan primero a todos los cristianos que son actualmente perseguidos y oremos por ellos:
Padre misericordioso y lleno de amor, mira a tus hijos e hijas que a causa de la fe en tu Santo Nombre sufren la persecución y discriminación en Irak, Siria y tantos lugares del mundo. Que tu Santo Espíritu les colme con su fuerza en los momentos más difíciles de perseverar en la fe. Amén.
Tengamos en cuenta, que no son sólo católicos, sino que hay un gran número de creyentes de distintas denominaciones religiosas que sufren por no poder expresar y vivir públicamente su fe.
La institución “Ayuda a la iglesia necesitada” de España calcula que son 394 millones de cristianos en el mundo viven actualmente en países de persecución y discriminación.
Y nos alertan a los católicos pidiéndonos que: “Los cristianos perseguidos deben saber que no están solos y que cuentan con nuestra oración para que puedan perseverar en la fe y mantener su testimonio de fidelidad incondicional a Cristo”.
No nos quedemos indiferentes ante esta realidad. Recordemos que la paz nace en los corazones que se han reconciliado con Dios, consigo mismos y con los hermanos.
Solo podemos aliviar esta difícil situación si nos unimos a los cristianos que dan buen testimonio de su fe, que se esfuerzan por trabajar por la paz, que tratan por todos los medios de vivir la equidad y el respeto. No esperemos que la tragedia toque a nuestra puerta para valorar nuestra libertad de culto. Rindamos a Dios la gloria que merece de nuestra parte y apoyemos con la oración a nuestros hermanos que sufren.
San Juan Primero,
Ruega por nosotros.