Bienvenidos a seguir conociendo más historias de santidad, por medio del Catálogo Divino.
¿Verdad que meditar en la vida de los santos nos hace más fácil pensar en nuestra vida espiritual?
Claro que sí. Y además nos da referencias acerca de cómo afrontar las situaciones difíciles apoyados en la gracia de Dios
Si. Porque una cosa es enfrentar un problema con las fuerzas que tenemos personalmente y otra, con el impulso de Dios que además de iluminarnos lo correcto, nos sostiene hasta el final.
¡Qué bendición esta experiencia! Enfrentarlo todo sabiendo que Dios nos apoya y nos acompaña.
Pidamos entonces a los santos que se recuerdan en nuestra Iglesia en este día 26 de abril, su valiosa intercesión:
Algunos de estos santos son:
San Basileo, obispo y mártir; San Cleto, papa; San Esteban de Moscú, obispo; santos Guillermo de Foggia y Peregrino, eremitas; San Pascasio Radberto, abad;
San Primitivo de Gabio, mártir; San Ricario, presbítero; Beatos Domingo y Gregorio, presbíteros dominicos y Beato Julio Junyer Padern, presbítero y mártir.
En este día conoceremos la historia de uno de los 233 mártires de la Iglesia valenciana que vivió la persecución religiosa de España en 1936.
El es el beato Julio Junyer Padern
Sin embargo, si sentimos que es difícil vivir la fe en medio de esta época confusa y llena de adversidades, oremos con mucha piedad pidiendo a Dios que sostuvo a tantos mártires y cristianos comprometidos a lo largo de la historia, que nos sostenga también en nuestra fe, en nuestros buenos propósitos y proyectos:
¡Señor, por medio de tu Santo Espíritu dame la entereza y la fortaleza de afrontar los avatares de la vida con alegría cristiana, con confianza y con mucha fe!
¡Tú, Señor, eres la luz que ilumina mi camino y no permitas que el celemín de mi vida se apague y debilite mi espíritu y mi corazón, ven a mí para renovarme enteramente! ¡Pon siempre tu mirada en mí pues conoces mis luchas, mis esfuerzos y mis sufrimientos!
¡Señor, no puedo ser un valiente sino llenas mi alma y mi corazón con la claridad de tu amor y de tu misericordia, sin que bañes mi interior de felicidad y de esperanza, acorde con los principios de tu amor y de tu gracia!
¡Guía, Señor, mis acciones y mis palabras para que mi vida sea siempre de tu agrado y me convierta en un valiente sembrador de paz, de esperanza, de alegría y de sinceridad! Amén.
Los santos nos han enseñado que no hay muerte repentina para un cristiano, pues siempre se está preparado cuando vivimos el día a día con honestidad y responsabilidad.
Es en las pequeñas cosas cotidianas que vamos sembrando paz y orden y vamos afirmando a cada momento el Reino de Dios.
También, los santos nos enseñan que no hay pena suficientemente grande que no pueda ser consolada por Dios, ni ninguna dificultad que no pueda ser superada con su ayuda.
Este consuelo y esa respuesta, se encuentran siempre en la oración y la ternura de Dios pues logra dar el mayor consuelo y esperanza: los santos se alimentaban de esta ternura orando constantemente.
Al igual que estos mártires, permitamos que Dios muestre su gloria en los pequeños y grandes milagros que por nuestra fe, el Señor derrama en nuestras vidas.
Cultivemos y defendamos nuestra fe.
Beato Julio Junyer Padern Junyer
Ruega por nosotros.
