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Bienvenidos a un nuevo encuentro con nuestros amigos, los santos.

 

En nuestra exploración por la historia de la Iglesia, encontramos en los santos unos aliados en nuestro camino a la santidad…

 

Y es que, son ellos, los unos grandes promotores de que tengamos ese plan de destino:

 

Ser santos ha significado para ellos, estar ahora en la presencia del Padre Celestial y no quieren que nadie se lo pierda…

 

Así que acojamos esta invitación y escuchemos los nombres de los santos que la Ilgesia receurda en este día, 14 de mayo:

 

Fiesta de san Matías, apóstol; san Máximo, mártir; san Poncio, mártir; santos Víctor y Corona, compañeros mártires; san Isidoro, mártir; santos Félix y Fortunato, mártires;

 

santas Justa y Enedina, mártires; san Abrúnculo, obispo; san Galo, obispo; san Cartago, obispo y abad; san Eremberto, obispo; san Miguel Garicoïts, presbítero;

 

Santa María Dominica Mazzarello, virgen y fundadora; beata Teodora (Ana TeresGuérin, virgen y fundadora y el beato Gil de Vaozéla, presbítero religioso.

 

En este día tenemos una fiesta litúrgica, pues recordamos al primer apóstol elegido como sucesor del apóstol Judas Iscariote.

 

Este santo apóstol se llama san Matías

Oremos al Señor para que por medio de este fiel apóstol, nos ayude a valorar la importancia de ser verdaderos discípulos y misioneros:

 

Señor Dios, Tú que, para completar el número de los doce apóstoles, elegiste a san Matías, concédenos, por la intercesión de este apóstol, a nosotros, que hemos recibido el don de tu amistad, poder ser contados un día entre tus elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo, Amén

 

El hagiógrafo Alban Butler dice acerca del apóstol:

 

“La desgracia de Judas llenó a San Matías de la mayor humildad y fervor, para que él también no cayera”.

 

Puede pasar que en el llamado de Dios para un servicio o misión en particular, la persona que es elegida, no sea tan destacada como otras para ser seleccionada; y sin embargo, el Señor la escogió para esa tarea.

 

Nosotros no podemos olvidar que sólo Dios puede ver más allá de la apariencia de una persona y sólo Él puede saber a ciencia cierta, cómo debe ser la persona a quien él desea escoger.

 

Matías seguramente fue un hombre muy humilde, también agradecido, porque, fue un hombre predilecto entre una gran asamblea y además para emprender una tarea de estrecha fidelidad a Cristo.

 

No hay mejores cualidades que la humildad, la gratitud y la disponibilidad para ser un servidor del Señor.

 

De hecho su santidad, fue el bálsamo que se derramó sobre la herida causada por Judas a la Iglesia.

 

Su gran misión era dar frutos de bondad, superando los efectos del mal.

 

San Matías,

 


 Ruega por nosotros.