¡Sigamos unidos por el amor de JESUCRISTO!
Bienvenidos a escuchar un nuevo episodio del catálogo divino.
Las grandes historias de los santos nos van mostrando cómo el Espíritu Santo al guiar sus vidas, hacía surgir nuevas maneras de crecer y compartir en las virtudes que nos llevan hacia la santidad.
También de manera especial, los santos nos muestran cómo el Espíritu Santo es creativo pero también muy ordenado, y ello hace que el camino a la santidad sea dinámico y con resultados.
Para seguir aprendiendo de los santos, demos paso a conocer los nombres que quienes son venerados en este día 9 de mayo:
San Pacomio, Abad; San Beato; Eremita; San Dionisio de Vienne, Obispo; San Hermas de Roma, laico; beato Benincasa de Montepulciano, religioso; Beato Forte Gabrielli, Eremita;
San Geroncio de Servia, Obispo; San José Dô Quang Hiên, presbítero y mártir; San Isaías, Profeta; Beata María Teresa de Jesús Gerhardinger, virgen y Fundadora;
Beato Esteban Grelewski, presbítero y mártir; Beato Tomás Pickering, Monje y mártir; Santos Trescientos diez mártires de Persias y san Gregorio Ostiense, obispo.
Hoy conoceremos al padre de la vida monástica en comunidad y que sentó las bases para uno de los centros de espiritualidad más grandes que ha existido dentro de la historia de la Iglesia.
El es San Pacomio.
La Regla de Pacomio fue traducida al latín por Jerónimo. San Honorato de Arlés siguió la Regla de San Pacomio. Basilio el Grande y Benito de Nursia adaptaron e incorporaron partes de ella en sus reglas.
A Pacomio también se le atribuye ser el primer cristiano en usar y recomendar el uso del cordón de oración.
Oremos pidiendo la intercesión de este santo monje:
Te rogamos, Señor, que nos recomiende la intercesión del bienaventurado Pacomio, abad, para lograr por su patrocinio lo que no podemos alcanzar por nuestros méritos. Amén.
Dios es un Dios de armonía y orden.
Y un gran camino para lograrlas es a través de la obediencia.
Fijémonos que los votos no son ataduras que impiden la realización personal.
Los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia, son los medios para buscar ese desarrollo espiritual personal de una manera armoniosa, equilibrada y ordenada.
Además es un deseo de Dios que reparemos haciendo que Jesús sea el Señor de nuestra vida, obedeciéndolo en cada aspecto.
San Pacomio hizo ver que el orden y la vida comunitaria son fundamentales para la vida espiritual.
Aprendamos de estos santos monjes y dejemos que el Espíritu Santo con una vida sencilla y sana nos permita tener paz y saber convivir con los demás.
Es una hermosa manera de ser santos.
San Pacomio,
Ruega por nosotros.