Cuando unimos lo que nos gusta hacer con el deseo de agradar a Dios, el resultado es un maravilloso ejemplo de tener un proyecto de vida hermoso y constructivo.
Comúnmente cuando ponemos nuestra vida en las manos de Dios, Él nos ayuda a discernir qué camino en la vida nos va a permitir una felicidad realista y que derrame bendiciones para quienes nos rodean.
Los santos dejaban que Dios les mostrara sus caminos y por ello, sus vidas siempre estuvieron guiadas por la sabiduría.
Así que les invitamos a descubrir en nuestro Catálogo Divino, más de aquellas historias de santidad que merecen ser contadas.
En este día, 17 de mayo, tenemos muchos santos venerados por nuestra Iglesia. Conozcamos sus nombres:
San Pascual Bailón, religioso; san Adrión, mártir; San Víctor, mártir; santos Heraclio y Pablo, mártires; santa Restituta, virgen y mártir; San Emiliano de Vercelli, obispo;
San Pedro Liu Wenyuan, mártir y catequista; Santa Julia Salzano, virgen; beata Antonia Mesina, virgen y mártir y el beato Iván Ziatyk, presbítero religioso y mártir.
Hoy, para alegría de nuestros apreciados catequistas, tenemos la historia de una beata que encontró en esta bella misión, una importante acción de la Iglesia a la que dedicó totalmente su vida.
Ella es Santa Julia Salzano.
Oremos pidiendo la diligencia de esta dedicada catequista enseñando la fe:
“Oh Dios, que diste a Santa Julia Salzano un amor extremo por la Catequesis, sabiendo que ésta es la puerta de entrada a la Nueva Evangelización, danos también a nosotros el deseo de conocer la Doctrina de Cristo y un gran amor por ella. Por Jesucristo, Señor nuestro, Amén.
Julia estaba convencida de que sin el conocimiento de Dios, el mundo no puede amarlo ni servirlo; de hecho, consideraba la Obra catequética como:
"la más sublime de todas las demás, la más aceptable al corazón de Dios, la más necesaria en la Iglesia, la más deseada por el Sumo Pontífice".
¿Se imaginan ir por la vida sin saber nada de Dios?
¿No tener un porqué a nuestra existencia y la del mundo?
¿No tener a Quien pedir ayuda en las dificultades, ni a Quien darle gracias por nuestros triunfos?
Pues así viven muchas personas actualmente.
Apoyemos todas las iniciativas para dar a conocer a Dios, especialmente cuidemos de hablar de Dios a nuestros niños y jóvenes y dar nuestro testimonio de lo que Dios ha hecho por nosotros.
Recuerden que “Nadie ama lo que no conoce” y no podemos callar esta maravillosa noticia: tenemos un Dios que nos ama.
Santa Julia Salzano,
Ruega por nosotros.