La alabanza a Dios es una manera muy bella de orar.
Por ello, los santos daban mucha importancia a su alabanza:
Cada misericordia de Dios se convertía en sus vidas en un motivo más para dar gracias y por ello, sus plegarias y humildad conmovían a quienes veían su testimonio.
Los santos nos enseñan a ser agradecidos, por ello pidámosles que despierten en nosotros esa hermosa virtud
Roguemos a los santos que se recuerdan en nuestra Iglesia Católica hoy 9 de junio, esta gracia:
Ellos son:
San Efrén de Siria, diácono; Beata Ana María Taigi, madre de familia; San Columba de Iona, presbítero y abad; San Diomedes de Nicea, mártir; San Feliciano, mártir;
San Maximiano de Siracusa, obispo; San Primo, mártir; San Ricardo de Andria, obispo; San Vicente de Vernemet, mártir; San José de Anchieta, presbítero y Beato José Imbert, presbítero y mártir.
El santo de hoy fue un gran defensor de la fe, por medio de la poesía y de la música, llegando a ser llamado el "Arpa del Espíritu Santo"
El es San Efrén.
Efrén nació alrededor del año 306, en la población de Nísibis (hoy llamada Nusaybin, en Turquía), región dominada por Roma.
San Efrén alcanzó gran fama como maestro, orador, poeta, comentarista y defensor de la fe. Es el único de los Padres sirios a quien se honra como Doctor de la Iglesia Universal, desde 1920.
Escuchemos este hermoso himno compuesto por san Efrén a María Santísima:
Mi Santísima Señora, Madre de Dios, llena de gracia, tú eres la gloria de nuestra naturaleza, el canal de todos los bienes, la reina de todas las cosas después de la Trinidad..., la mediadora del mundo después del Mediador;
Tú eres el puente misterioso que une la tierra con el cielo, la llave que nos abre las puertas del paraíso, nuestra abogada, nuestra mediadora. Mira mi fe, mira mis piadosos anhelos y acuérdate de tu misericordia y de tu poder.
Madre de Aquel que es el único misericordioso y bueno, acoge mi alma en mi miseria y, por tu mediación, hazla digna de estar un día a la diestra de tu único Hijo. Amén
Aunque nos dan una descripción de san Efrén un poco triste, la gran docilidad de este santo a la unción del Espíritu Santo, nos deja ver como la alabanza fue su mejor invitación a la conversión para muchos.
Esa alegría es propia de un corazón santo.
Solo de un corazón sinceramente agradecido brota un canto conmovedor que invita a quienes escuchan a ponerse en la presencia del Señor y disponerse a tener los mismos sentimientos.
Además, tanto ayer como hoy, la música es un hermoso modo de aprender y qué mejor que aprender de Dios por medio de este arte que llena tantos espacios de nuestra vida.
A veces la música que escuchamos refleja sentimientos de agresividad, depresión, celos, despecho, tristeza y nos impulsan a quedarnos en esa melancolía.
Qué bueno sería que escucháramos música que nos llene de pensamientos positivos, de buena actitud y si se puede de meditación en las maravillas de Dios.
Recordemos que aquello que utilizamos y frecuentamos marca nuestra identidad:
Ojalá que nuestro encuentro con el arte sea para enriquecernos y aun mejor, para ser mejores cristianos.
Porque el que canta ora dos veces.
San Efrén
Ruega por nosotros