Bienvenidos a este compartir espiritual, llevando nuestra mirada al cielo.
Con el corazón en el cielo es más fácil descubrir el porqué de la voluntad de Dios para la humanidad.
Y al mismo tiempo, nos afirma los pies en la tierra, para saber actuar de acuerdo a la realidad y el deseo de Dios porque seamos mensajeros del bien.
Los santos nos animan a seguir este camino.
Conozcamos a los santos que en este día, 26 de mayo, llenan de bendiciones nuestra Iglesia:
San Felipe Neri, presbítero; Santa Mariana de Jesús de Paredes, virgen; San Andrés Kaggwa, mártir, San Berengario, monje; San Desiderio de Vienne, obispo y mártir; San Eleuterio, papa;
San Fugacio, misionero; San José Chang Song-jib, mártir; San Lamberto de Vence, obispo; San Pedro Sanz y Jordá, obispo y mártir, San Ponciano Ngondwe, mártir;
A este santo lo han llamado el Santo más alegre de la Iglesia.
¡Qué interesante historia!
El es San Felipe Neri.
Señor Dios nuestro, que nunca dejas de glorificar la santidad de quienes con fidelidad te sirven, haz que el fuego del Espíritu Santo nos encienda en aquel mismo ardor que tan maravillosamente inflamó el corazón de San Felipe Neri. Amén.
Dice un pensador católico:
La felicidad es el fruto sobrenatural de la presencia de Dios en el alma. Es la felicidad de los santos.
Felipe a través de la felicidad expresó la santidad de una manera muy edificante y evangelizadora.
Atravesó como muchos, mil dificultades, pero siempre antepuso el gozo de llevar Dios por dentro y de manifestarlo a los demás, por lo cual, rápidamente tocaba las almas para llevarlas a la conversión.
Cuidemos de no entristecer al Espíritu Santo que vive en nosotros, buscando ocasiones para llorar, para andar en crisis, para angustiarse, para pecar.
Ese no es nuestro destino;
Nuestro verdadero fin es gozar de la unión con Dios haciendo parte de su familia santa.
San Felipe Neri,
Ruega por nosotros.