Beato Bartolomé Gutiérrez - 2 de septiembre
Presbítero y mártir
Un fraterno saludo de las Hermanas Trovadoras de la Eucaristía que hoy queremos compartir con ustedes más historias emocionantes de santos que llevaron su amor a Dios hasta las puertas de la Gloria.
Este es nuestro Catálogo Divino, y vamos a buscar en sus páginas, esos ejemplos hermosos de fe y fidelidad al Señor.
No esperemos más y conozcamos quienes son recordados hoy, dos de septiembre, en el catálogo divino de nuestra Iglesia:
San Agrícola de Aviñón, obispo; San Antonino de Apamea, mártir; San Habib de Edesa, diácono y mártir; San Nonoso, abad; San Próspero de Tarragona, obispo; San Siagrio de Autun, obispo;
San Zenón de Nicomedia, mártir; Beato Bartolomé Gutiérrez Espinosa, presbítero y mártir; Beato Brocardo, eremita y Beata Ingrid Elofs-do-tter, viuda y religiosa.
Hoy, conoceremos la historia de un misionero mexicano que, como el Buen Pastor, cuidó a sus ovejas hasta dar su vida por ellas, se llama Fray Bartolomé Gutiérrez Espinosa.
Pidámosle al Señor tener interiormente un espíritu en comunión y armonía y una actitud firme, coherente con nuestras decisiones, diciendo:
¡Te doy gracias, Padre, por tu amor eterno porque con este amor puedo abrir mi corazón a la esperanza, borrar las tristezas, hacerme fuerte en la debilidades, superar las dificultades, acrecentar mi alegría, sanar las heridas de mi corazón y de mi alma! ¡Gracias, Padre, porque este amor que sientes por mí me hace sentirme seguro, firme en la fe, confiado en el devenir de mi vida! ¡Gracias, Padre, porque este amor me sustenta y me aleja del mal y de las tentaciones! ¡Gracias, Padre, por tanto amor; quiero corresponder a tanto amor amándote más a Ti amando a mi prójimo, haciendo el bien, siendo útil a la sociedad a imitación de Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor. Amén.
Por esto debemos descubrir la riqueza de nuestra fe en Jesucristo que es la Roca que nos da estabilidad y fortaleza, que nos muestra un horizonte más alto, llevándonos a desear el cielo y que nos permite enfrentar todos los retos de nuestra vida, con serenidad, porque contamos con El como refugio, guía y salvador.
Porque el beato Bartolomé, tenía clara su meta, podía aceptar con paz las consecuencias de su misión, pidámosle que cómo él, sepamos amar a Dios fielmente y tengamos un autodominio para perseverar en la fe y el servicio.
Beato Bartolomé Gutiérrez
Ruega por nosotros
