Bendiciones y gracias del Señor. Es una bendición compartir una vez más con ustedes, en este hermoso espacio en el cual nos damos cita para abrir las páginas doradas del catálogo Divino, ese maravilloso listado de mujeres y hombres que han sido valientes, generosos, caritativos y compasivos y cuyos méritos los han llevado a gozar de las dichas eternas.
Queremos animarlos con cada testimonio a buscar la propia santidad, recordando la recomendación de Santa Margarita María Alacoque Basta amar al Santo de los Santos, para llegar a ser santos. Esa es la tarea principal: amar, amar mucho al Señor, para que con su amor podamos avanzar en nuestro camino hacia la vida eterna.
El Catálogo Divino busca aportar, para que TODOS se animen a buscar la santidad.
Por eso agradecemos su atenta audiencia y su acogida a esta iniciativa -muy hermosa- para conocer nuestra fe y nuestra iglesia a través de testimonios reales.
Han sido 240 episodios los que hemos compartido a lo largo del año; 240 capítulos para crecer en la fe y, por supuesto que esperamos seguir haciéndolo, para cumplir el mandato del Señor:
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio
Hemos preparado estas palabras para animarlos a seguir escuchando estos programas y a compartirlos con su familia, para que todos: grandes y chicos, se animen a luchar por alcanzar la santidad en cualquier estado de vida: casado, soltero, o en una situación complicada, como dicen algunos.
Les invitamos el próximo año a seguir disfrutando los episodios de la 4° temporada de Nuestro Catálogo Divino y a vivir con intensidad las bendiciones que nos trae la próxima celebración del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
Las Hermanas Trovadoras agradecemos su atenta sintonía durante esta tercera temporada del Catálogo Divino.
Pero no nos vamos a despedir sin haber orado.
Por eso, encomendemos al Señor todos nuestros proyectos y pidámosle que nos conceda terminar este año con su bendición y empezar el próximo con su gracia:
Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI. Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir. Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo. También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón. En los próximos días iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos. Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz. Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes. Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso. Cólmame de bondad y de alegría para que, cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de TI. Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad. Amén
¡Una Feliz Navidad y un feliz año 2024!