Listen

Description

San Juan Crisóstomo - 13 de Septiembre

Obispo y doctor de la Iglesia

Bienvenidos a compartir más historias emocionantes buscando la voluntad de Dios y alcanzando la santidad, aquí, en nuestro catálogo divino.

Cada santo tiene una manera particular de encontrarse con Dios, y de servirlo; precisamente por ello, Dios se vale de sus talentos para poder llenar con su sabiduría a quienes aprenden de ellos, como quien pinta una obra de arte con muchos colores.

Para llenar nuestra vida de hermosos colores, conozcamos los santos que son recordados en nuestra iglesia, hoy 13 de septiembre: ellos son:

San Amado de Sens, presbítero y abad; San Emiliano de Valence, obispo; San Juan Crisóstomo, obispo; San Julián de Ancira, presbítero y mártir; San Litorio de Tours , obispo; San Marcelino de Cartago, mártir; San Maurilio de Angers , obispo; San Venerio de Tiro Maggiore, eremita;

Beato Aurelio María Villalón Acebrón Religiosos y mártir; Beato Claudio Dumonet, presbítero y mártir; Beata María de Jesús López de Rivas, virgen y Beato Mariano de Jesús Eusse Hoyos, presbítero colombiano.

Hoy conoceremos a San Juan Crisóstomo.

Juan Crisóstomo o Juan de Antioquía, nació en Antioquía en Siria, para la época, la segunda ciudad más importante del Imperio Romano de Oriente), probablemente entre los años 347 y 349

Su padre se llamaba Secundo y fue un Alto oficial del ejército sirio. Secundo murió poco tiempo después del nacimiento de Juan, por lo que su hermana mayor y él quedaron totalmente a cargo de su madre, santa Antusa que contaba solamente veinte años de edad.

Afortunadamente era una mujer de inteligencia y carácter. No sólo instruyó a su hijo en la piedad, sino que además lo envió a las mejores escuelas de Antioquía, aún cuando se pudieran hacer sobre estas escuelas muchas objeciones con relación a moral y religión.

Fue bautizado en el año 370, a la edad de 23 años y ordenado lector, que es una de las órdenes menores de la Iglesia. Estudió con el filósofo Andragatio y continuó con Libanio, que fue un conocido orador y ferviente partidario del paganismo romano. Libanio quedó maravillado con la elocuencia de su discípulo y previó para el mismo una brillante carrera como estadista o legislador.

Sin embargo, un encuentro con el obispo Melecio resultó decisivo en la vida de Juan. El carácter sincero, gentil y encantador de este hombre cautivó a Crisóstomo de tal manera que pronto comenzó a apartarse de los estudios clásicos y profanos y a dedicarse a una vida religiosa y ascética.

En 1568, Pío V lo declaró doctor de la Iglesia. Es uno de los cuatro doctores orientales.  Por su parte, Pío X lo declaró patrono de los predicadores.

La Iglesia ortodoxa griega lo valora como uno de los más grandes teólogos y uno de los tres pilares de esa Iglesia, juntamente con Basilio el Grande y Gregorio Nacianceno.

Podría pensarse que estar dotado de una brillante inteligencia es sinónimo de éxito, pero el caso de San Juan Crisóstomo nos demuestra que por muchos talentos que tengamos, siempre nos enfrentamos a muchas dificultades y cuando la luz de la razón no basta, siempre nuestra roca firme es Jesucristo, pidamos a san Juan que interceda por nuestra firmeza en los momentos difíciles:

San Juan Crisóstomo,

tú que fuiste sal de la tierra y luz del mundo,

tú que difundiste con claridad las Enseñanzas,

y con santa paciencia resististe en los infortunios,

defiéndenos a todos

de la injusticia y el error,

lleva nuestras súplicas a Dios Padre Todopoderoso. Amén

San Juan Crisóstomo

Ruega por nosotros.