San Juan Diego - 9 de diciembre
Vidente de la Virgen
Bienaventurados los que son limpios de corazón porque ellos verán a Dios.
Que la luz y el gozo del Espíritu Santo llene nuestros corazones. ¡Qué bendición descubrir la fuerza de Dios que nos acompaña y nos sostiene!
Esa es la fortaleza de los santos que emprendían todos sus proyectos contando con la ayuda del Señor.
Para animarnos a seguir adelante, conozcamos más historias de santidad que podrían iluminar la nuestra.
Por ello busquemos en nuestro catálogo divino, estos excelentes cristianos.
Los santos que lograron la meta y la Iglesia recuerda hoy nueve de diciembre son:
San Juan Diego, padre de familia y vidente de la Virgen; San Cipriano, obispo; San Pedro Fourier, presbítero; Santa Gorgonia, madre de familia; Santa Leocadia, virgen y mártir; Santa Wulfilda, abadesa; Beato Bernardo María de Jesús Silvestrelli, presbítero y el Venerable Fulton Sheen, obispo.
El Santo de hoy tenía un nombre que en su lengua materna significaba «Águila que habla», o «El que habla con un águila». Y tuvo la gran dicha de ser el mensajero de la Virgen María, encontrándose con ella en el cerro del Tepeyac. El es San Juan Diego Cuauhtlatoatzin.
Juan Diego es el primer santo indígena de América y el tercer santo en ser canonizado tras San Felipe de Jesús y el grupo de 27 mártires de la guerra cristera.
Su memoria, siempre unida al hecho de la aparición de la Virgen de Guadalupe, ha atravesado los siglos, alcanzando a todo el mundo, pidámosle que crezca nuestra devoción mariana:
San Juan Diego: gracias por el mensaje evangelizador que con humildad nos has entregado, gracias a ti sabemos que la Virgen Santísima de Guadalupe es la Madre del Verdadero Dios por quien se vive y es la portadora de Jesucristo que nos da su Espíritu que vivifica a nuestra Iglesia.
Gracias a ti sabemos que Santa María de Guadalupe es también nuestra Madre amorosa y compasiva, que escucha nuestro llanto, nuestra tristeza; porque Ella remedia y cura nuestras penas, nuestras miserias y dolores.
Gracias al obediente cumplimiento de tu misión sabemos que Santa María de Guadalupe nos ha colocado en su corazón, que estamos bajo su sombra y resguardo, que es la fuente de nuestra alegría, que estamos en el hueco de su manto, en el cruce de sus brazos.
Gracias, San Juan Diego por este mensaje que nos fortifica en la Paz, en la Unidad y en el Amor. AMÉN.
San Juan Diego,
Ruega por nosotros.