San Juan Gualberto - 12 de julio
Abad
Comenzamos una nueva semana para conocer grandes historias que nos animen a vivir la fe con valentía. Abramos nuevamente este CATÁLOGO DIVINO, y dejémonos sorprender por seres humanos capaces de poner su confianza en Dios y dejar huella en el mundo con su testimonio de vida.
¡Claro que sí! Alguien que toca los corazones con su manera de ser y con su esperanza de cuidar y respetar a los otros como a sí mismo, deja una profunda huella que muchos después quieren seguir en busca de abrir su corazón a Dios y dejar que los use como instrumentos del bien en el mundo.
Ya que estamos deseosos de aprender, miremos qué santos nos ofrece este CATÁLOGO DIVINO para este día lunes 12 de julio: Tenemos a San Juan Gualberto, abad; san Clemente Ignacio Delgado Cebrián, obispo y mártir; santos Nabor y Félix, mártires; santos Fortunato y [Hermágoras], mártires; santa Inés Lê Thi Thành (Dê), mártir, madre de familia, san Juan Jones, presbítero, mártir; san León I, abad, san Paterniano, obispo; san Pedro Khanh, presbítero y mártir; beato David Gunston, mártir; beatos Matías Araki , Pedro Arakiyori y Susana, esposos; Juan Tanaka y Catalina, esposos: Juan Nagai y Mónica, esposos, y su hijo el niño Luis, mártires.
Para el que es santo desde pequeño es fácil… pueden decir algunos, pero ¿qué pasaría con alguien que después de haber cultivado una forma de vivir alejada de lo que agrada a Dios, tiene ese momento tan importante de su vida donde inclina su corazón para siempre hacia el Señor?
Pues hoy tenemos un santo que con su vida nos cuenta las maravillas que Dios puede realizar a través de alguien que deja que Dios sane su corazón por medio del perdón y se convierta una luz espiritual para los demás…
¡¡Ya quiero saber!!….
Hoy la Iglesia recuerda a San Juan Gualberto, un religioso que comenzó a tener una experiencia de Dios perdonando de corazón a un enemigo.
La decisión de perdonar al enemigo le permitió a Juan Gualberto ser el puente para que muchos se reconciliaran con Dios, dejando sus pecados. De esa manera, uno que deja el mal, abre la puerta para que mil regresen al bien y Dios le recompensa con una vida llena de esperanza y alegría, de paz y fraternidad, que le hacen vivir cada minuto con la mayor intensidad.
Así nos animamos a ser santos, pensando cuanto bien puede hacer Dios por medio nuestro.
Roguemos a San Juan Gualberto, nos anime a poner todo nuestro empeño en el bien si algún día lo pusimos en el mal, para que seamos fuente de paz para los que nos rodean:
Señor Dios Todopoderoso, que nos has revelado que el amor a Dios y al prójimo es el compendio de toda tu Ley, has que, imitando la caridad de San Juan Gualberto, especialmente en perdonar sinceramente, seamos contados un día entre los elegidos de la gloria de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San Juan Gualberto,
Ruega por nosotros.