San León Magno - 10 de noviembre
Papa
Bienvenidos a este paseo por las vidas santas de nuestra iglesia católica.
Sigamos aprendiendo de nuestro catálogo divino, para que nosotros también ayudemos a hacer hermosa la iglesia con nuestra santidad.
Cada vez que pensamos que podemos llegar a ser santos nos llenamos de alegría, porque sabemos que sería la señal de que Dios ha actuado en nuestra vida y nuestra fe ha dado frutos.
Para motivarnos más a vivir sinceramente el camino de la santidad conozcamos a los santos que venera la Iglesia, hoy, 10 de noviembre.
Ellos son: San Andrés Avelino, presbítero; San León Magno, papa; San Baudolino de Alejandría, ermitaño y obispo; San Demetrio de Antioquía, obispo; San Justo de Canterbury, obispo; San Orestes de Tiana, mártir; San Probo de Ravena, obispo; Beato Acisclo Pina Piazuelo, religioso y mártir.
La iglesia ha ido caminando acompañada por grandes pastores que, siendo fieles discípulos de Cristo, la han mantenido en la unidad y trabajado intensamente por la construcción de la paz. En cada época han surgido grandes santos que irradiaron con su vida, la presencia de Dios en medio de la historia y fueron líderes de grandes cambios.
Hoy hablaremos de un gran pontífice que fue el más sobresaliente de su siglo y por ello es recordado como el Grande: él es San León Magno.
Aún hoy, sus reliquias se conservan en San Pedro, concretamente en la Capilla de la “Virgen de la Columna”. Su festividad se conmemora el 10 de noviembre y en la Iglesia griega, el 18 de febrero.
Una frase suya de un sermón de Navidad se ha hecho famosa. Dice así:
"Reconoce oh cristiano tu dignidad, El Hijo de Dios se vino del cielo por salvar tu alma".
Es admirable que unas oraciones litúrgicas, unos sermones y cartas compuestos en medio de tantas dificultades resuman tal serenidad.
El secreto de semejante paz y dominio hay que buscarlo en el amor y la fe que animaban a León Magno: fe en Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, y amor a Aquel que es Hijo de Dios e hijo de María;
También, fe en sus promesas, cuya depositaria es la Iglesia en la persona del sucesor de Pedro, y amor hacia esa misma Iglesia, que sigue siendo gobernada por la segura mano de Pedro.
Pidamos por la intercesión de este valiente pastor, que nuestra Iglesia, fortalezca cada día su comunión y que el santo Padre Francisco reciba todas las gracias que necesita para seguir cuidando del rebaño del Señor, con el amor de Cristo:
Señor, Tú que nos has prometido que las fuerzas del mal nunca prevalecerán contra la Iglesia, cimentada sobre la roca de Pedro, haz que, por la intercesión del Papa San León Magno, tu pueblo permanezca siempre firme en la verdad y goce de una paz estable y verdadera. Amén.
San León Magno
Ruega por nosotros