Santa Laura Montoya - 21 de octubre
Virgen y fundadora
Es una bendición estar nuevamente con ustedes para compartir las maravillas del cielo, y para enriquecer nuestra espiritualidad con el testimonio y ejemplo de los santos que gozan ya de la presencia gloriosa de Dios.
Estas vidas ejemplares despiertan en nuestro corazón un gran deseo de cielo, una sed insaciable de estar un día en esa misma bienaventuranza de la eternidad, y por ello, en nuestro catálogo divino, seguiremos compartiendo estos magníficos testimonios.
y para seguir animados en este camino hacia la santidad, les compartimos los nombres de aquellas almas que hoy 21 de octubre conmemora la Santa Iglesia.
Ellos son: Santa Madre Laura de Santa Catalina de Siena virgen; Santa Úrsula y compañeras mártires; San Bertoldo de Parma, religioso; San Hilarión, anacoreta; San Juan Thwing, religioso; San Malco, monje;
San Mauronto de Marsella obispo, San Pedro Yu Tae-ch’l, mártir de 13 años; San Severino, obispo; San Vendelino de Tréveris, eremita; San Viator de Lyon, lector; Santa Cilina de Laon, madre de dos santos obispos; Beato Pedro Capucci, presbítero y Beatos Luigi y María Beltrame, esposos.
Y hoy, vamos a conocer la historia, vida y testimonio de una mujer muy valiente que con sangre colombiana se dedicó a la evangelización de los más abandonados, de los indígenas y de los afrodescendientes.
Una mujer paisa, que contra viento y marea fundó una congregación religiosa y entregó su vida como consagrada al Señor, amándolo en la Santa Eucaristía y dándolo a conocer a través de la misión y la educación. Ella es Santa Laura Montoya.
¡Qué amor tan grande el que Santa Laura profesó por el Señor! un amor tan maravilloso que la movió a compasión por los indígenas y afrodescendientes que no conocían a DIOS, un amor que le permitió sobrepasar todos los obstáculos con tenacidad y fe.
Podemos decir que fue la berraquera Colombiana la que la impulsó a nunca rendirse, pero más que la sangre patriotica, fue el amor y la fe lo que la movió a entregar su vida por los más débiles y abandonados.
Pidamos su intercesión, para que en Colombia siga creciendo la paz y la fe:
Dios misericordioso, que prodigaste tu amor y tus dones a Santa Laura Montoya, haciéndola fiel discípula de tu Hijo y misionera de los más pobres; concédenos, por su intercesión que, movidos por la fuerza de tu Espíritu, anunciemos a todos el evangelio, alcancemos el don de la paz y si es tu voluntad, encontremos ayuda en nuestra necesidad. Amén
Santa Laura Montoya
Ruega por nosotros
