Virgen de Loreto - 10 de diciembre
Un día más para luchar para alcanzar la santidad
Es una nueva oportunidad para comenzar de nuevo a pesar de las dificultades y caídas.
Se imaginan ¿qué pensarían los santos al escuchar cómo cuenta la historia, los hechos de sus vidas?
Qué una cosa es contarlo y otra vivirlo...
Como cada alma es única y especial, se santifica de la misma manera.
Por eso todos estamos llamados a escribir la propia historia, única y valiosa.
Los invitamos a dar un paseo por nuestro catálogo divino para conocer los santos que se recuerdan hoy 10 de diciembre, ellos son:
Nuestra Señora de Loreto; San Edmundo Gennings y San Suintino Wells, presbíteros y mártires; San Eugrafo, mártir; San Eustacio White y San Poliodoro Plasden, presbíteros y mártires;
San Gemelo, mártir; San Gutmaro, abad; San Juan Roberts, presbítero y mártir; San Lucas, obispo; San Mauro, niño mártir; San Melquíades, papa; San Gregorio III, papa; Santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir; Santa Julia, virgen y mártir;
Beato Agustín García Calvo, religioso y mártir; Beato Antonio Martín Hernández, presbítero y mártir; Beato Gonzalo Viñes Masip, presbítero y mártir; Beatos Brian Lacy, Juan Mason y Sidney Hodgson, mártires y Beato Marco Antonio Durando, presbítero.
Como hoy es una memoria libre, vamos a escuchar la historia de una advocación mariana. Conoceremos a la Virgen de Loreto.
Hablemos sobre la imagen: es una virgen negra, de características medievales. Sostiene al niño de pie en un pliegue del manto. Siempre aparece vestida con trajes que no dejan ver sus líneas, con una túnica tradicional decorativa.
En 1921, un incendio casi la destruye, pero fue guardada y reemplazada una réplica tallada en madera de cedro traída especialmente desde el Líbano.
El color oscuro de la imagen imita a la original oscurecida con el hollín de las lámparas usadas en la capilla.
El Santuario de la Virgen de Loreto se levantó en el siglo XIV. Con un exquisito revestimiento de mármol, diseñado por el artista Bramante, es considerado una obra maestra de la escultura renacentista.
Pongamos nuestro hogar bajo el amparo de María, orando:
Oh misericordiosa abogada y protectora de los hogares que se ponen bajo tu amparo y protección, aleja de mi alma y de este hogar, las penas que nos embargan
y veamos realizados con tu auxilio y la bondad del Divino Señor, los deseos que te pedimos. Si, piadosa Virgen, acoge nuestros ruegos con la dulzura y la piedad que Dios ha puesto en tu corazón. Amén.
Nuestra Señora de Loreto
Ruega por nosotros