Helmut nos comparte sobre nuestra identidad como hijos de Dios. Somos sus hijos y también sus herederos. En el pasaje central compartido, la parábola del hijo pródigo, se identifican 3 elementos que el padre pide coloquen a su hijo que estaba perdido y que simbolizan estos elementos. La ropa nueva como símbolo de justificación, el anillo como símbolo de autoridad y el calzado como símbolo del derecho.