Jesús desea que seamos sus testigos. Hechos 1:8. Jesús les dice a sus discípulos que recibirán poder cuando venga sobre ellos el Espíritu Santo y entonces les serán sus testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. Y vemos como eso sucede a lo largo de los Hechos, vemos una iglesia donde los cristianos van cada vez más en aumento, donde se forma una iglesia, donde el nombre de Jesús es predicado en Jerusalén, después en Judea, después en Samaria y eso sigue avanzando hasta que nos encontramos en Hechos, en el último capítulo, donde Pablo está yendo hacia Roma y él testifica de Jesús con su vida, testifica de Jesús por medio de la oración, orando por otras personas y testifica de Jesús con sus propias palabras, ya en Roma, predicando acerca de él. Y así terminan los Hechos, el último versículo de los Hechos termina con Pablo predicando el mensaje de Jesús en Roma. Así que vemos a un Hechos que empieza en Jerusalén y termina en Roma, donde eran unos pocos y ahora son muchísimos, donde ni siquiera tenían un nombre y ya los llaman cristianos, donde ya se ha formado una iglesia, una hermandad y una familia.
