En tiempo de Jesús todos los grupos estaban buscando la libertad de acuerdo a sus propios postulados de verdad. Las enseñanzas del evangelio se hizo lugar en medio de muchas otras enseñanzas de "libertad" que tenían por esencia una invitación a alejarse de los demás para al fin ser "puros" y "libres". Pero el mensaje de Jesús nos invita a ser "verdaderamente libres" a partir de su insistencia en el amor, un amor materializado en la empatía y la solidaridad, la compasión y la misericordia, la entrega.
Verdaderamente libres es lo que nos hace vivir a Jesús, interiorizar el evangelio, amar como él nos ha enseñado a amar a los demás.