El machista no es un orco horrendo que vive en una cueva, come panchos y toma cerveza negra todo el día. El machista somos papá, abuelo, hermano, amigos, yo y hasta vos, que estás me estás escuchando.
Encarar el machismo desde ese lugar nos permite corregir eso que muchas veces creemos ajeno. ¿Qué es el machismo y cómo me afecta a mí, hombre, en mi vida cotidiana? ¿Qué puedo hacer yo para ayudar a no perpetuar estas ideas?
Con Andrés hablamos de todo y pusimos nuestros machitos al sol. Él se dedica a charlar sobre masculinidades y, aunque tiene horas de diálogo sobre el tema, se asume incompleto…como la matemática.
¿Hay una forma de sentarnos, como hombres, a charlar de nuestros privilegios dentro del aula? ¿Tenemos que esperar a que una mujer nos haga verlo? ¿Por dónde lo encaramos? No sabemos bien si estas preguntas las pudimos responder, pero por lo menos ya nos las hicimos.