“El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer? El Señor es mi fortaleza y me protege del peligro, entonces ¿por qué habría de temblar?”
Salmos 27:1 NTV
Como humanos es normal sentir temor, pero como hijos de Dios debemos dejar en manos de Dios todo temor, no le temamos a la espera en la promesa que Dios nos dio. No te dejes llevar por el temor, por el contrario deja que Dios cambie ese temor por fe y paz.