Santiago 1:22-25 PDT Dice: Pero no es suficiente con sólo oír el mensaje de Dios. Hay que obedecerlo. Si sólo lo oyen, sin hacer lo que dice, se están engañando a sí mismos. El que oye el mensaje de Dios sin obedecer lo que dice es como el que se mira en un espejo. Se mira en el espejo, se va y pronto olvida lo mal que se veía. Por el contrario, el que se fija bien en la ley perfecta, la que libera a la gente, y la pone en práctica en lugar de ser un oyente olvidadizo, será afortunado en lo que hace.
Es importante saber lo que la Palabra de Dios dice, pero es mucho más importante obedecerla. La Eficacia o efectividad de nuestro estudio bíblico puede medirse por el efecto que tiene en nuestra conducta y nuestras actitudes.
Según Lucas 6:46-49 La obediencia a Dios se compara con la construcción de una casa que tiene bases solidas pues esta permanecerá firme en medio de tormentas, cuando vengan las crisis se probará nuestro fundamento y es allí donde vemos que tanto Aplicamos a nuestra vida lo que hemos leído, estudiado, retenido, meditado y guardado la Palabra de Dios.