“por eso Asa desplegó sus ejércitos para la batalla en el valle al norte de Maresa. Entonces Asa clamó al Señor su Dios: «¡Oh Señor, nadie sino tú puede ayudar al débil contra el poderoso! Ayúdanos, oh Señor nuestro Dios, porque solo en ti confiamos. Es en tu nombre que hemos salido contra esta inmensa multitud. ¡Oh Señor, tú eres nuestro Dios; no dejes que simples hombres prevalezcan contra ti!».”
2 Crónicas 14:10-11 NTV
Asa reconoce la necesidad de depender de Dios. El secreto de la victoria es reconocer el vano esfuerzo humano cuando se desata sin la ayuda de Dios. El poder de Dios obra mejor a través de aquellos que reconocen su debilidad. Asa obtuvo la victoria por la confianza que tuvo en Dios y Dios se glorificó dándole la derrota contra el número ejército enemigo.
Confía de que Dios te ayudara contra aquel gigante enemigo .
Bendiciones