“Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio».”
Lucas 6:38 NTV
No pensemos siempre en la recompensa que Dios nos da al amar, porque es más bienaventurado dar que recibir y la mejor recompensa es ser llamado hijo de Dios y entender que nuestra recompensa no proviene de esta tierra si no que va más allá de lo imaginable, pero para eso tu motivación debe ser Cristo y a marcar una diferencia pues eso alegra el corazón de Dios.
