1 Samuel 17:32-37, enfocados en vs. 37 que dice: ¡El mismo Señor que me rescató de las garras del león y del oso me rescatará de este filisteo!
Así que Saúl por fin accedió:
—Está bien, adelante. ¡Y que el Señor esté contigo!
David tiene la fe suficiente para creer que El Señor le ayudará a derrotar a Goliat, aunque Saul realmente no cree que David pueda hacerlo porque es un joven y no tiene mucha fuerza, aún así David lo vence no por sus fuerzas sino por las fuerzas que le da Dios, su destino queda marcado gracias a su fe. No importa lo pequeño que te sientas, tu fe determina tu fuerza, no importa lo que diga la gente tu confía en Dios, por último asegúrate de poner tu mirada siempre en Jesús.